Los Planetas – 18 de mayo de 2017 (Sala Moon – Valencia)

Tras varios años de sequía creativa como grupo (independientemente de proyectos paralelos) tanto en el estudio como en los directos, la noticia del lanzamiento de su noveno disco ha llevado a Los Planetas a una minigira que con la que están presentando su Zona Temporalmente Autónoma por varios puntos de la geografía. El jueves pasado tocaba en Valencia, donde con un sold out colgado con bastante antelación era mucha la expectación por ver a la banda nazarí, y eso que el precio de la entrada era algo superior a la media.

NOTA: La foto corresponde al concierto de Barcelona

Se congregaban con algo de antelación en las inmediaciones de la Sala Moon seguidores de la banda, con el denominador común de estar rozando más los 40 que los 35, pudiendo uno pensar a priori que significaría una mayor expectación hacia la primera etapa de la banda con sonidos bastante diferentes a lo que han venido haciendo en los últimos tres trabajos, pero rápidamente se pudo demostrar que no fue así. Con puntualidad “británico-granaína” la Intro del concierto comenzaba con un rezo islámico repitiendo "Islamabad", prueba concisa de la canción elegida para empezar el setlist. Tras una breve presentación ininteligible del grupo por parte de J, comenzaban los 4 acordes del pseudo-trap que da comienzo al nuevo disco.

La banda se ha curado en salud en esta gira, y han resuelto sus antiguos problemas en el sonido de otras giras, y tal como ya pudimos observar en Barcelona, el sonido está siendo muy bueno. Y así casi sin mediar palabra iban cayendo los primeros temas del bolo, más centrados en sus trabajos “copleros” como “Soleá”, “La Gitana”, “Señora de las alturas”, “Ya no me asomo a la reja” y “Seguiriya de los 107 faunos”, conformando algo así como un primer acto del concierto.

NOTA: La foto corresponde al concierto de Barcelona

Es curioso con Los Planetas el ver, que al contrario que existe con otras bandas, no existe prácticamente interacción entre ellos, ni tampoco con el público, aunque esto último no hizo que el respetable estuviera totalmente metido en el concierto, y más aún cuando con el segundo acto, los violines (tocado por Banin con sus teclados) de “Porque me lo digas tú” empezaban a calentar a los asistentes más cómodos con los sonidos menos experimentales de Los Planetas. Tras “Libertad para el solitario” vino el primer gran clásico de la noche con “Corrientes circulares en el tiempo”, donde una excesivamente abarrotada sala se rendía vocalmente al grupo de Granada.

El subidón siguió con “Hierro y Niquel”, momento tras el cual J aprovecho para deshacerse de la guitarra, encenderse un merecido pitillo y tras un par de caladas arrancarse con “Santos que yo te pinte” sonando con una nitidez que mejoraba la versión del Unidad de Desplazamiento (2000), para rematar “Rey Sombra” que hizo esbozar una pequeña sonrisa a los más veteranos del lugar, recordando posiblemente momentos míticos que a todos nos vienen al recordar ese Super 8 (1994).

NOTA: La foto corresponde al concierto de Barcelona

“Ijtihad” fue la pequeña parada para recobrar fuerzas y encarar la primera traca final del concierto con los clásicos “David y Claudia”, “Jose y yo”, “Amanecer” y la esperadísima “Un buen día” con un Eric pletórico, confirmándose como el que quizás mejor en forma esté de la banda, prueba de ello es que está casi a la misma altura en el escenario que el resto de la banda, lo cual aporta una visión realmente consolidada. Tras “Alegrías del Incendio” y “Zona Autónoma Permanente” llegó el primer bis de la noche que trajo la sorpresa de “Un pobre Granaino” y dos de los mejores temas de los granadinos, “Segundo Premio” y “Pesadilla en el parque de atracciones”. Aun quedaría tiempo para un último empaque sorpresa con el segundo bis y los temas “Reunión en la cumbre” y “De viaje”.

A pesar del excesivo aforo y las incomodidades de una sala que se quedó pequeña, lo vivido en Valencia el pasado jueves fue un verdadero paseo en el tiempo con una de las bandas más influyentes del panorama actual nacional, que con más de 2 horas de concierto hicieron que valiera más que de sobra pagar el precio de la entrada.