Bad Religion – 21 de julio de 2016 (Melkweg – Amsterdam)

Los americanos Bad Religion volvían a Amsterdam apenas un año después de su última actuación y sin disco nuevo que presentar, por lo que la noche se presentaba de antemano como una oportunidad única de disfrutar de un recorrido por su amplia discografía en forma de grandes éxitos. Debido a ello, y pese al increíble calor que azotaba la capital holandesa y que convirtió en un pequeño horno el recinto, la sala principal de Melkweg rozaba el lleno con buena parte del público enfundados en camisetas de la banda, dejando bien claro que la banda de Los Angeles goza de una buena legión de seguidores gracias a sus más de 30 años de carrera.

Con una puntualidad británica, la banda saltaba al escenario bajo los acordes de “Crisis Time”, en la que sería una de las pocas incursiones en sus discos más recientes. Tras ella, llegarían 15 minutos apoteósicos en los que Jay Bentley se convertiría en el absoluto protagonista de los mismos gracias a sus increíbles ritmos al bajo, que nos harian gozar de lo lindo  de clásicos como "1000 More Fools", "Stranger Than Fiction", "I Want to Conquer the World" o "Come Join Us". Con la sala ya convertida en un campo de batalla gracias al Mosh de las primeras filas, "Los Angeles Is Burning" y "New America" fueron coreadas por los fans más jóvenes de la banda, mientras que los más mayores saborearon de esa joya atemporal del skate punk que es "Atomic Garden" que quedó algo deslucida entre los dos temas anteriores.

Sin embargo, la gran sorpresa de la noche llegaría en los 25 minutos siguientes, donde la banda hizo casi un monográfico del magnífico Against the Grain (1990), interpretando hasta siete canciones seguidas del mismo donde destacaron "21st Century (Digital Boy)", "Anesthesia", "God Song" o "Modern Man" gracias a la perfecta unión a las guitarras de Mr. Brett y Brian Baker. A partir de aquí, el show sufrió un pequeño bache en el que pudimos ver la colaboración del guitarra de los holandeses Note to Amy en “Suffer” o las descafeinadas interpretaciones de “Skyscraper” y “Recipe for Hate”, para después volver al nivel inicial con alguno de los mejores temas de Suffer (1988) y Generator (1992) como “The Answer", "Delirium of Disorder" y "Do What You Want".

Un nuevo bajón haría acto de presencia en los instantes finales del concierto coincidiendo con temas de los discos de este milenio y con un evidente cansancio de Greg Graffin, aunque este desaparecería inmediatamente en unos bises enérgicos en los que pudimos disfrutar de algunos de sus mayores hits como "Punk Rock Song", "You", y como no "American Jesus”. Con su gran éxito cerraron un concierto de poco más de 90 minutos en el que demostraron que el punk sigue muy vivo y que los americanos son una apuesta segura en directo, no solo por la gran cantidad de éxitos acumulada durante toda su carrera, sino por una actitud impecable, en lo que sigue siendo esa barrera insuperable para esas nuevas bandas de pop punk (para nosotros acné punk) que llenan de adolescentes las carpas de los festivales, pero que tan poco transmiten en directo..