Cruïlla 2017 – 8 de julio 2017 (Barcelona)

La segunda jornada del Cruïlla 2017 demostró la solidez de un cartel excepcional, que nos dejó casi una decena de conciertos notables entre los que destacaron las apuestas nacionales de Exquirla y Enric Motefusco, así como el buen hacer de los grandes cabezas de cartel internacionales Pet Shop Boys, The Prodigy y Ryan Adams.

Pet Shop Boys – Foto proporcionada por la organizacion del Cruïlla Festival

La primera toma de contacto del día para nosotros con el festival fue Exquirla, el proyecto conjunto de El niño de Elche y Toundra, que tocaron entero su álbum homónimo de debut. El espectáculo consiguió elevar incluso el nivel de emotividad de un LP superlativo, que fusiona a la perfección todo lo bueno del rock progresivo con las ganas de experimentación del valenciano, aprovechando perfectamente esos pasajes en los que las distorsiones de las guitarras se mezclan los quejíos flamencos. Incluso en esos momentos en los que los muros sonoros creados por las guitarras de los madrileños consiguen comerse la voz del cantaor, es cuando la versatilidad de El niño de Elche sobresale adaptando su voz de manera que parece un instrumento más en los duros paisajes creados por Toundra. Su interpretación de “Un hombre” quedará como uno de los momentos del festival.

A pocos metros de allí, en el escenario Time Out, Benjamin Clementine intentaba hacer que la gente sentada en las gradas bajase a bailar enfrente del escenario bajo amenaza de marcharse.. Una vez aceptado el reto, el cantante inglés ofreció un buen concierto en el que demostró que es uno de los mejores maestros de ceremonias de la escena actual, capaz de hacer coreografías con el público con poco esfuerzo a la vez que emociona con su profunda voz y la ayuda de un piano, como demostró en ese baño de multitudes que fue “Condolence”. Sin embargo, la presencia de un coro casi imperceptible y la insistencia en unos ritmos que al final se volvieron algo repetitivos, nos dejaron sensaciones encontradas al analizar el global de su concierto.

Enric Montefusco – Foto proporcionada por la organizacion del Cruïlla Festival

De vuelta al escenario Radio 3, Enric Montefusco nos esperaba con su recién estrenada paternidad para defender en directo su último disco Meridiana (2016). Pese al preaviso de que su voz no estaba en las mejores condiciones y unos pequeños problemas de sonido en forma de acoples en las primeras canciones, el catalán se sobrepuso a los problemas con la ayuda de una banda magnífica que se lució en temas recientes como “Buenas Noches” o “Flauta Man”. Para cuando llegaron los temas más animados de su discografía en solitario, Enric ya tenía a la gente en el bolsillo, que se acabaría rindiendo a sus pies cuando sonaron “¿Por qué me llamas a estas horas?” y “Adelante Bonaparte (I)” de su época de Standstill. La guinda al pastel serían los dos últimos temas interpretados por toda la banda, trombón incluido, en medio del público subidos a unas sillas y sin micrófonos, por lo que la gran ovación final que se llevaron músico y banda fue más que merecida.

Ryan Adams – Foto proporcionada por la organizacion del Cruïlla Festival

Ese final por todo lo alto nos hizo perdernos el inicio de Ryan Adams, que volvía a la capital catalana más de una década después de su último concierto en la ciudad condal. Con una madurez y una sobriedad insólita para los que nos tenía acostumbrados, el norteamericano ofreció un show lineal, lleno de buen rock melódico en el que fue intercalando canciones de su último disco Prisioner (2017) con éxitos como “New York, New York”, “Cold Roses” o “When the stars go blue”. A la misma hora, los murcianos Viva Suecia llenaban la minúscula carpa Movistar para presentar en Cataluña su nuevo disco Otros Principios Fundamentales (2017). Con la esperanza de poder disfrutarlos en mejores condiciones la próxima semana en el FIB (la carpa era un infierno sonoro en el que se hacía difícil escuchar las voces con normalidad), solo pudimos aguantar 4 canciones entre las que destacaron “Piedad” o “El Nudo y la Esperanza” que nos sirvieron para constatar por qué la banda liderada por Rafa Val es la banda más en forma del panorama nacional.

Pet Shop Boys – Foto proporcionada por la organizacion del Cruïlla Festival

El escenario principal presentaba un lleno espectacular para recibir a Pet Shop Boys, que visitaban el festival dentro de la gira de presentación de su último disco Super (2016). Con una escenografía y unos juegos de luces increíbles, y ayudados por una banda de hasta tres personas que les hace perder esa icónica imagen de dúo sobre el escenario, la banda británica tuvo un comienzo algo dubitativo debido al bajo volumen en las voces y al excesivo número de canciones en el setlist de sus dos últimos álbumes. Gracias a éxitos como “Se A Vida É” o “West End Girls” fueron retomando el control de la situación, para entregar unos 25 minutos finales de alto nivel en los que pudimos disfrutar de “It's a Sin”, “Go West” o “Always on My Mind”.

Residente – Foto proporcionada por la organizacion del Cruïlla Festival

Sin descanso y a escasos metros, el escenario Cruïlla Enamora recibía a Residente, uno de los líderes de los ya desaparecidos Calle 13. Con un setlist en el que destacaban masivamente las canciones de su anterior banda, el puertorriqueño hizo bailar a un escenario que gozó con éxitos como “Atrévete-Te-Te”, “Calma pueblo”, “Vamo' a portarnos mal” o “La vuelta al mundo”, aunque el exceso de orquestación de algunos temas, alargados hasta el infinito para el lucimiento de la magnífica banda que ahora le acompaña, deslució mínimamente alguno de ellos. Completamente empapados de sudor nos esperaba de nuevo el escenario principal, en el que tras un leve retraso apareció la banda británica The Prodigy. Con un inicio arrollador en el que llegaron a sonar “Breathe”, “Nasty”, “Omen” y “Firestarter”, la banda de Liam Howlett y Maxim Reality ofreció una rave llena de luces estroboscópicas que fue decayendo paulatinamente debido a la presencia mayoritaria de temas pertenecientes a The Day Is My Enemy (2015) e Invaders Must Die (2009). Solo hacia el final de su show, cuando recuperaron la ya lejana “Everybody in the Place” y el megahit “Smack My Bitch Up” se consiguió volver a la euforia inicial.

La Raíz – Foto proporcionada por la organizacion del Cruïlla Festival

Nuestra última actuación de este Cruïlla 2017 iban a ser nuestros paisanos La Raíz, que sorprendentemente no consiguieron atraer tanto público como esperábamos, ya que su estilo y el horario de su actuación eran los ingredientes perfectos para una gran fiesta multitudinaria.. Y para nuestra suerte el asunto se quedó “simplemente” en una gran fiesta en la que pudimos bailar y saltar con los ritmos acelerados de los valencianos, que ante un escenario a medio llenar ofreció un setlist centrado en su último disco Entre poetas y presos (2016), pero en el que también hubo hueco para temas de discos pasados como “El Tren Huracán”, “A la Sombra de la Sierra”, “Elegiré”o “El lado de los Rebeldes”. En global, muy buen concierto el suyo en el que las 4 voces principales estuvieron a gran nivel, donde la sección de vientos fue la gran protagonista gracias a su gran nivel y en el que la banda pixavina demostró una evolución que les ha hecho merecedores de un hueco en el podium del ska-fusion-rock nacional.