01. Joan Miquel Oliver – Pegasus
Tras el magnífico Bombón mallorquín, Oliver parece quitarse de encima cualquier fantasma por la disolución de Antonia Font, ofreciendo diez temas casi redondos, en lo que destacan unos arreglos de una calidad excelsa y unas bases mucho más arriesgadas que en trabajos anteriores. Una obra maestra que fusiona el pop con la cumbia o la electrónica manteniendo siempre una raíz balear.
02. Za! – Loloismo
Za! evolucionan sus características guitarras afiladas o sus ritmos tropicales y africano a un nuevo nivel. Suenan distintos, quizás debido a unas letras más profundas que antaño, el sorprendente uso de coros o por incluso atreverse con un rap, pero aun así los catalanes se marcan uno de los discos del año gracias a su creatividad.
03. Toundra – IV
Si III suponía una bofetada de realidad y crudeza que les dio a conocer internacionalmente pese a su atípico estilo instrumental, este nuevo disco es un nuevo salto sin red hacia paisajes sonoros completamente diferentes. Los madrileños enriquecen su estilo epico, desatando nuevas atmosferas como el excepcional final de “Strelka” o los impresionantes arreglos sinfónicos en “Viesca”.
04. Amatria – Amatria
El tercer disco de Joni Antequera supone el salto al gran público de la música de baile pop, como hace un par de años sucedió con Bravo Fisher. 11 canciones del mal llamado pop sintético o indietrónica, en las que se pueden distinguir distintas tonalidades en guitarras, sintetizadores y voz para contar historias cercanas pero para nada sencillas. Con claras reminiscencias a La Casa Azul, nos encontramos con temas como el hit “Chinches” o “Me falta algo“, por no hablar de los increíbles remix que el valenciano se marca para cerrar el disco.
05. The New Raemon – Oh, rompehielos
Ramón Rodríguez nos muestra en este trabajo todo lo bueno que ya se vislumbraba en sus anteriores trabajos, del cantautor dulce/triste del A propósito de Garfunkel a la fiereza que mostraba en Madee. En un disco en el que destacan unas letras que se acercan más a temas románticos de lo habitual, también nos encontramos con las afiladas guitarras del tema que da nombre al disco o la delicada “Desencuentros”, donde la guitarra acústica es la protagonista.
06. Nueva Vulcano – Novelería
Seis años después del trabajo que les aupó a lo más alto en las listas de crítica y público, el hardcore de los catalanes vuelve con más garra y fuerza que nunca. De la mano de la increíble batería de Albert Guardià, que surge como hilo conductor del disco, nos adentramos en un disco donde encontraremos unas letras más sencillas, pero a su vez mas punzantes que en su anterior disco. Escucha tras escucha el disco va ganando, apareciendo matices que te hacen pensar en que cualquier tema podría ser un hit..
07. Niño de Elche – Voces del extremo
El descubrimiento del año supone una revolución dentro del flamenco. El alicantino se sale de los cánones, integrando la crítica social y matices electrónicos, para entregar una mezcla de krautrock, pop y flamenco que resulta irresistible. Para aquellos que echen de menos a Morente, con Francisco Contreras todavía tienen una esperanza.
08. Nudozurdo – Rojo es peligro
En la enésima reinvención de los madrileños nos encontramos con un disco en el que la voz de Leo Mateos toma mayor protagonismo y en el que las letras toman un cáliz más reivindicativo. El sonido global mantiene el carácter y la fuerza del pasado, pero sorprende la introducción de nuevos matices como arreglos de cuerda o unos ritmos más calmados, destacando un final increíble con la majestuosa “Los bárbaros/Cuando creas que yo esté aquí me habré ido”.
09. Tachenko – El comportamiento privado
Tras la versión más furiosa de los zaragozanos en El Amor y las Mayorías, el grupo vuelve a las raíces de los primeros discos (e incluso de los añorados El niño gusano), justo en el momento en el que “Libi” García y Rafa “Guisante” pasan a formar parte de la formación fija de la banda. El pop de índole positiva vuelve a ser predominante en este nuevo trabajo, bien sea con pequeños matices psicodélicos o incluso con dejes soul.
10. Blaumut – El primer arbre del bosc
Blaumut beben de influencias recientes como Els Amics de les Arts o Mishima para entregar un disco en el que el pop-rock es la línea conductora del mismo, pero en el que también nos encontramos con arreglos que provienen de la música clásica, el jazz o incluso xilófonos que parecen surgidos de canciones infantiles. Gracias a la fusión de todos estos estilos y a una orquestación sublime, podemos disfrutar de hasta 13 canciones que suponen una montaña rusa emocional con canciones que relatan paisajes y escenas llenos de fuerza y energía.
11. Mujeres – Marathon
Tras el desconcertante EP Aquellos ojos en el que parecían dar un salto al pop, los catalanes vuelven a aquello que mejor saben hacer, garage rock’n’roll en inglés. Sin embargo, pese a que siguen entregando canciones fugaces de poco más de dos minutos, parece que algo ha quedado de su etapa guatequera en este nuevo trabajo, con un ritmo y una lírica mucho más sencilla en unas letras que ahora cobran gran protagonismo.
12. Cuello – Trae Tu Cara
En el año del reconocimiento nacional del post-rock, los valencianos siguen con ese estilo que tan buen resultado les dio en sus anteriores trabajos para entregar un disco que parece moverse a las mil maravillas en los extremos. Desde la predominancia de ritmos pesados, como en “Deseo de expansión“, a la inmediatez de “Trae tu cara y decórala bien“, pasando por los cambios de ritmo de “Turboreproche”, en poco más de media hora tenemos la impresión de haber pasado por 4 discos distintos.
13. Nixon – El ultimo fuego
Poco más de un año después de sacar su EP Alter Ego, Nixon evolucionan su sonido en este LP de debut al atreverse a fusionar de manera más notoria sintetizadores y guitarras. También el bajo toma más protagonismo, recordando por momentos a los británicos Kasabian, aunque el gran baluarte de la banda continua siendo la potente voz de Alex.
14. Grushenka – La insoportable levedad del ser
Grushenka siguen creciendo, y para su último trabajo se olvidan de sonidos oscuros para centrarse en su desconocida vertiente pop. Arreglos y letras muy cuidados con los que consiguen acercase a los mejores Family o Le Mans. Su único pero es que en los últimos temas llegan a sonar por momentos repetitivos y planos, dejándonos con la intriga de cómo habría quedado un trabajo en el que hubiesen fusionado también la oscuridad de su anterior disco.
15. Perro – Estudias, navajas
Los murcianos mezclan con maestría pop, kraut o punk, centrándose más en el conjunto que en hits como los que había en Tiene bacalao, tiene melodía. Más ruido y potencia, especialmente en las percusiones, camuflan una clara evolución hacia temas más serios en sus letras, en las que se ataca con furia a bancos, runners o juventudes populares.
16. Havalina – Islas de cemento
El trio sigue ofreciendo en su octavo disco lo que mejor sabe hacer: Guitarras contundentes y ambientes agobiantes que continúan con la vertiente post punk mostrada en H. Por momentos parece que su sonido se asemeja al metal de NIN, mientras que otras canciones aparecen teclados y sintetizadores, creando una inestabilidad que inquieta y amenaza la cómoda posición del oyente..
17. Mi Capitán – Drenad el Sena
Por fin Gonçal Planas muestra aquello que se intuía hace un par de años cuando salió “Es suave la voz” rodeado de una banda en la que nos encontramos a algunos miembros de lo más granado del indie nacional. Bebiendo de todas aquellas bandas con las que ha trabajado o colaborado, nos encontramos con pequeños toques de Standstill, Sidonie o Love Of Lesbian, y ese es precisamente su punto fuerte y su punto débil.. Canciones de alta calidad pero sin demasiada originalidad que parecen diseñadas para el gozo y disfrute de masas en festivales.
18. Pablo Und Destruktion – Vigorexia emocional
El asturiano intenta alejarse del punk y la oscuridad de su anterior trabajo para acercase a un estilo que el mismo define como boite rock. Sin embargo, y pese al uso de instrumentos como gaitas o violines, el sonido general sigue siendo algo tenebroso y claustrofóbico por la sinceridad de sus letras. Sirva como muestra la genial “Califato”, que bien podría significar la mezcla de Lucas 15 con Temples..
19. Egon Soda – Dadnos precipicios
Este tercer disco confirma al grupo liderado por Ricky Falkner como uno de los grandes totems del indie-rock nacional. Navegando por diversos estilos que van desde el soul al rock de los 70 de Lynyrd Skynyrd, las letras vuelven a ser las absolutas protagonistas de un disco en el que pese a la ausencia de un gran single, el nivel del conjunto en general es notable.
20. Betunizer – Enciende tu lomo
Cuarto álbum de la banda y pocas sorpresas en lo que a estilo se refiere, un post-hardcore donde destacan letras divertidas y cínicas a partes iguales. Disco lleno de efectos y guitarras, que no ofrece ni un segundo de descanso durante cerca de 40 minutos y con el que los valencianos por fin se afianzan como referente del estilo a nivel nacional.
21. La Bien Querida – Premeditación, nocturnidad y alevosía
Si tuviésemos que definir este nuevo disco de Ana Fernández-Villaverde tendríamos que crear el estilo “pop-depresión” (que no depresivo..). Unas letras dolorosas, cercanas y punzantes que cuentan de una manera sencilla todo aquello que puede ir mal en una relación: dolor, celos, sentimientos no correspondidos.. En lo musical, nos encontramos con pasajes que se acercan al flamenco con palmas y guitarras españolas para segundos después pasar inmediatamente a un pop oscuro que recuerda a los primeros New Order.
22. Coleccionistas – Coleccionistas
El debut de los valencianos Coleccionistas es breve pero intenso. Pop sencillo en el que se entrelazan voces y coros con un vaivén musical entre guitarras acústicas y eléctricas que llega a desconcertar para bien. Por momentos incluso nos encontramos con pequeños destellos electrónicos o instrumentales que desvelan un gran futuro para el grupo.
23. Xoel López – Paramales
Es cierto que poco nuevo se ofrece en este nuevo trabajo, pero esas percusiones que parecen surgidas del mismo trópico dotan a las geniales letras de Xoel de un nuevo ambiente. En el que parece ser el disco más pensado del gallego, las baterías se fusionan con los típicos arpegiados para crear un conjunto en el que se mezclan folclores de ambos lados del atlántico, tales como muñeiras o flamenco con rancheras o chamamé.
24. McEnroe – Rugen las flores
Los vascos presentan un nuevo disco notable, en el que mantienen el estilo de sus anteriores trabajos como nota distintiva. Con la voz de Ricardo Lezón destacando sobre el resto de nuevo, la banda se decanta en esta ocasión hacia vertientes rítmico-melancólicas de pop-rock.
25. Soleá Morente – Tendrá que haber un camino
Soleá sigue el camino abierto por su padre, y de la mano de esos sonidos que tan buen resultado han dado a Los Evangelistas se atreve a convertir en canciones los cantes tradicionales como el flamenco, el fandango o incluso las sevillanas. Es cierto que el resultado final se aproxima más al indie o al rock en lo musical, quizás en un intento premeditado por alejarse de los cánones establecidos, pero el primer proyecto en solitario de la granadina muestra unas solidas semillas que habrá ver cómo evolucionan en un futuro cercano.
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