El pasado viernes 9 de Noviembre, encuadrado dentro del ciclo Budweiser Live, los oriolanos-murcianos Varry Brava llegaban a la sala BeCool de Barcelona para defender su exitoso disco debut Demasié (2012). Pasados quince minutos de las 10 de la noche, el grupo hacia presencia en el escenario (destacando sobremanera el vistoso atuendo de Aaron y los ya habituales modelitos de Oscar), agradeciendo a las cerca de 200 personas su presencia en una noche de lluvia en la capital catalana. El concierto sirvió para desgranar, como decíamos anteriormente, su primer disco, sin olvidarse por ello de esa maravilla que supuso el mega EP editado en 2009 Ídolo.
Varry Brava – Foto realizada por Esther Vicente para Indieofilo©
Los primeros acordes de "No Te Conozco" ya hacían presagiar que el grupo venia dispuesto a darlo todo, con una energía desbordante, que quedaría confirmada posteriormente con la concatenación de "Despeinados", "Ibiza" y "Pierdete". Como el público respondía a la perfección a su disco-pop, el primer gran momento de la noche llegó con la interpretación de "Calor", primer single de su nuevo disco, al que seguirían de nuevo un mix de sus dos trabajos como "Confusión" y "Casualidad". Ese decálogo de intenciones y estilo que es "Disco" sirvió para que el público volviese a bailar como si no hubiese mañana, aunque este desenfreno se vio rápidamente frenado con una interpretación algo descafeinada de "Miedo".
Varry Brava – Foto realizada por Javier Reig para Indieofilo©
Sin embargo, y contra todo pronóstico, el ambiente retornó con la interpretación de la versión del tema de Golpes Bajos "Fiesta de los Maniquies", lo que sirvió para que el camino hasta el final del concierto pasando por "Ritual" y "Templo" fuese un camino de rosas perfectamente finalizado con ese temazo que es "No Gires", sin ningún lugar a dudas el momento álgido del concierto. Ante la insistencia del público, el grupo tuvo que volver al escenario para interpretar "Amantes De Fuego" y la eléctrica "No Puedes", que se vieron rápidamente ensombrecidas por el tema final del concierto, "Radioactivo", con el que el quinteto volvió a contagiar su frenesí sobre el escenario y cerrar así un concierto con el que demostraban que, hoy por hoy, son una de las formaciones nacionales que mejor se desenvuelven sobre un escenario, consiguiendo con su estilo cercano al spaguetti dance italiano de los 80 hacer bailar a cualquier persona que se encuentre, voluntaria o involuntariamente, en la sala.
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