Thirty Seconds To Mars, la banda de rock norteamericana liderada por el polifacético y oscarizado Jared Leto, volvian a Barcelona 5 años después de su última visita para presentar su último disco America (2018), lanzado a la venta mundialmente la semana pasada. Ante un Sant Jordi Club que presentaba una buena entrada llena de treintañeros, el ahora dúo tras la marcha temporal del guitarrista Tomo Miličević, ofreció una versión descafeinada de su directo, con una escenografía muy pobre y un sonido prefabricado para muchos de los instrumentos, quedando así un espectáculo de más de 90 minutos para el lucimiento personal de los hermanos Leto.
Tras un arranque potente desde la batería con "Monolith", el show musical pasaría a un segundo plano tan pronto como Jared Leto y su traje rojo tres tallas más grande con añadido de capa-manta de los andes aparecieron sobre el escenario. A partir de aquí, el show de Jared se comió todo, para lo bueno y lo malo.. Para lo bueno ya que sus continuos aspavientos y charlas con el público enmascararon un primera parte del concierto muy por debajo del nivel exigible en lo musical, con una carencia total de guitarras y ritmos que hicieron que los primeros 40 minutos fueran muy monótonos. Pese a que sonaron algunos de sus temas más conocidos como "Up In The Air", "Kings and Queens", "This is War" o "Do Or Die", la banda no consiguió transmitir en ningún momento nada de empatía, condenada posiblemente por el insuficiente acompañamiento de una mega pantalla en la que solo se proyectaban colores (¡¡Vaya desperdicio!!) y por el abuso del propio Jared del recurso del mega karaoke, con el público durante la mitad de buena parte de cada uno de los temas, convirtiendo el concierto en una especie de partido de fútbol con hooligans cantando estribillos de manera interminable.
Y para lo malo porque en cuento el concierto pareció despertar lentamente, el propio cantante norteamericano siguió abusando de los mismos recursos que ya no eran necesarios y que deslucieron lo más importante de un concierto, la parte musical. Tras una versión reducida de la musical "Pyres of Varanasi", por supuesto también pregrabada, "The Kill (Bury Me)" resultó ser el tema más compacto de la noche, con los dos hermanos Leto increíbles en sus papeles, mientras que la versión del "Stay" de Rihanna mostró que la voz de Jared no es ninguna broma.. "Hurricane" desataría la locura de un público que no fallaría en ninguno de los estribillos, mientras que minutos después la banda optaría por hacer debutar en directo su nuevo tema "Rescue Me". Aún habría tiempo para una traca final poderosa de la mano de dos de sus mayores éxitos como "Walk on Water" y "Closer to the Edge", en las que además de las continuas charlas de Jared con el público se pudo vivir una pedida de mano sobre el escenario, alimentando esa sensación de show masivo donde la música era lo secundario.
¿Que opinas?
Mostrar comentarios / Dejar un comentario