Apenas tres meses después de visitar los Países Bajos con motivo del Best Kept Secret Festival 2015, The Vaccines volvían en esta ocasión a la sala Melkweg de Amsterdam para presentar por fin en sala el que es su tercer disco de estudio, English Graffiti, contando además con una de las recientes sensaciones del indie británico, Kid Wave, como teloneros.
La banda de Londres era la encargada de abrir la noche para defender su segundo disco Wonderlust, que ha tenido una buena acogida en las islas. Durante poco más de 30 minutos, la banda de Lea Emmery ofreció un show centrado principalmente en este trabajo, con contadas excepciones en su setlist como “Gloom” o “All I Want”. Su concierto resultó algo decepcionante por el excesivo volumen de la voz de Serra Petale a los coros, la falta de energía y la poca conexión con el público que hubo, pareciendo la banda una versión descafeinada y carente de sentido de Lush o The Breeders. Solo aquellos momentos en los que las distorsiones en las guitarras eran las protagonistas y el cierre con ese temazo que da título al disco, "Wonderlust", se salvaron de la quema.
Tras un periodo de espera demasiado largo (cerca de 45 minutos), los grandes protagonistas de la noche aparecieron sobre el escenario como un ciclón encadenando en poco más de 10 minutos cinco temazos como "Handsome", "Wreckin' Bar (Ra Ra Ra)", "Ghost Town", "Dream Lover" y "Wetsuit". Tras un pequeño bache propiciado por temas que muestran el lado más dócil de la banda, ese en el que intentan acercarse disco tras disco a los peores The Strokes con "Minimal Affection", "Tiger Blood" o "Bad Mood", el público enseguida volvió a vibrar tan pronto como las guitarras de Freddie Cowan y la batería de Pete Robertson retomaron el protagonismo.
En un recorrido a lo largo de toda sus discografía pudimos disfrutar de hits como "Post Break-Up Sex", la nueva "Give Me a Sign" o "Teenage Icon", que sirvieron de calentamiento de calidad para unos 10 últimos minutos apoteósicos en lo que más de la mitad de la sala saltó y bailó al ritmo de aceleradas versiones de "20/20", "I Always Knew", "If You Wanna" o "All In White". Ante la insistencia del público, Justin Young fue el que ofreció su lado más sosegado con una versión acústica en solitario de "No Hope", sirviendo además de para su lucimiento personal, para que el público se tomase un respiro antes de acaba el concierto con las espitosas "Radio Bikini" y "Nørgaard".
Así pues, una de cal y una de arena en una noche que tuvo a The Vaccines como claros vencedores, demostrando que cuando su directo vira hacia su alter ego mas rockero, su show se convierte en una experiencia digna de disfrutar que cada vez se aproxima a aquellas locuras que montaban los suecos The Hives hace años..