Más de una década después de ser sorprendidos por su potente directo en el festival London Calling de Ámsterdam cuando hacía unas pocas semanas que habían publicado su disco de debut homónimo, los brightonianos Royal Blood visitaban la sala Razzmatazz de Barcelona consagrados como estrellas mundiales del rock precisamente para interpretar en su totalidad ese disco que les lanzó al estrellato.
Mike Kerr de Royal Blood, Sala Razzmatazz Barcelona 2024 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Los encargados de abrir la noche eran los madrileños Sexy Zebras, a los que hace poco más de dos meses pudimos ver en las fiestas de Primavera de L’H. Desgraciadamente, y en una situación que cada vez es más común, salir de casa 1 hora y cuarto antes de que empezase el concierto para un trayecto de poco más de 30 minutos no fue suficiente ante los retrasos que se acumularon en trenes de cercanías y metro, por lo que nuestra llegada a la puerta de Razzmatazz se daba 5 apenas cinco minutos antes del comienzo del concierto de Royal Blood, carrera incluida de nuestro fotógrafo Víctor Ramos para llegar al foso…
Mike Kerr de Royal Blood, Sala Razzmatazz Barcelona 2024 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
En un escenario en el que destacaba una increíble batería de luces, el dúo británico arrancaba el setlist interpretando en orden riguroso su disco de debut homónimo, regalando de esta manera unos primeros minutos espectaculares con “Out of the Black”, “Come on Over”, “Figure It Out” y “You Can Be So Cruel”, temas que hicieron aparecer los primeros pogos. Tras esa primera parte en la que incluso Ben Thatcher se atrevió desde la batería con algunos ritmos más propios del funk que del rock, el concierto viró hacia una parte más stoner con “Blood Hands”, “Little Monster” y “Loose Change”, entregando unos 35 minutos arrolladores donde el calor de Razzmatazz en julio empezaba a hacerse notar…
Ben Thatcher de Royal Blood, Sala Razzmatazz Barcelona 2024 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
El primer momento de descanso llegaría con “Careless”, donde Mike Kerr tuvo que reiniciar el tema para afinar su bajo, para a continuación cerrar el disco con mi tema preferido del álbum “Ten Tonne Skeleton” y “Better Strangers”. A partir de aquí el concierto se convertiría en un greatest hits del resto sus discos, sorprendiendo la mayoritaria presencia de su disco grabado en plena pandemia Typhoons (2021) con temas como “Boilermaker” o “Trouble’s Coming”, lo que permitiría que el dúo se convirtiese durante buena parte de esta segunda mitad en trío con la presencia de Darren James, que se haría cargo de teclados y coros desde un discreto segundo plano.
Mike Kerr de Royal Blood, Sala Razzmatazz Barcelona 2024 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Quizás esta vertiente más electrónica, junto con la incursión del medio ritmo de “Pull Me Through”, hicieron que esta segunda parte del show perdiese un poco de fuerza. Sólo los destellos de la más reciente “Mountains at Midnight” y ese temazo que es “Lights Out” levantaron el ánimo de un público que agradeció esas pequeñas píldoras más rockeras. Ya en los bises, los ingleses volverían a mostrar esa contundencia que les caracteriza arrancado con esa rareza que es “Hole”, cara b del EP Out of the Black que han recuperado en sus directos de los últimos años. “Limbo” y esos toques tan Daft Punk hicieron enloquecer a la sala, aunque personalmente no entienda el fervor por una canción que me parece menor, mientras que el final definitivo llegaría por todo lo alto con “How Did We Get So Dark?”, tema que sí muestra claramente todas las virtudes de la pareja británica en directo.
Ben Thatcher de Royal Blood, Sala Razzmatazz Barcelona 2024 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Cuando a finales de 2013 la banda salió a la palestra, muchos los vieron como los salvadores del rock y la próxima banda llamada a llevar la bandera del estilo. Como con The Darkness antes o con Greta Van Vleet después, las comparaciones sobre futuros tótems de un estilo siempre quedan grandes, pero lo cierto es que 10 años despues Royal Blood demostraron en Barcelona el porque se puede hablar de ellos como una de las bandas con una discografía bastante coherente y un directo notable, en el que destaca tanto la compenetración entre sus miembros como un sonido sencillo y potente.
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