Por segunda noche consecutiva Placebo llenaba la sala Razzmatazz de Barcelona, en la que sería la segunda parada de la gira española del 20 aniversario de formación de la banda que en los próximos días les llevará también a Madrid, Granada, Mallorca y Logroño. Ante un público mayoritariamente adulto que ha crecido casi al mismo ritmo que la banda (edades entre 35 y 50 en su mayoría), la banda de Brian Molko y Stefan Olsdal preparó una fiesta descomunal que contó con video resumen de los 20 años de carrera y en la que pocos éxitos se quedaron en el tintero.
Tras un arranque marcado por dos videos introductorios, primero el videoclip original de "Every You Every Me" y después como decíamos anteriormente un resumen de sus 20 años de carrera, los dos grandes protagonistas de la noche saltaron al escenario sobre los primeros acordes de "Pure Morning", para deleite de una sala entregada desde el segundo 1. La más reciente "Loud Like Love" quiso mantener ese tono angustioso que caracteriza a la banda, pero entre el combo "Jesus' Son"-"Soulmates" y el público cantando un innecesario “cumpleaños feliz” a la banda, rebajaron la euforia inicial en un momento que nos hizo temer la incursión masiva de temas de sus dos últimos discos.. Sin embargo, y pedimos perdón por dudar de Molko y cia, una increíblemente emotiva "Special Needs" y "Lazarus", donde la voz de Brian Molko demostró estar en una forma majestuosa, fueron una rampa de salida magnífica para esa oda anti-redes sociales que es "Too Many Friends" (banda sonora perfecta para un episodio de Black Mirror) o "Twenty Years", ampliamente coreada por el público.
Tuvo que ser la veterana "I Know" la que arrancase ese repertorio de medios tiempos casi asfixiantes que han marcado el estilo de la banda británica y que supuso el bloque intermedio de su concierto. Así llegarían encadenadas "Space Monkey", "Exit Wounds" o "Protect Me from What I Want", en los que las ayudas a la guitarras y bajos de Nick Gavrilovic y Bill Lloyd aportando tonos oscuros consiguieron paliar la poca fuerza a la batería de un Matt Lunn que no parece llegar a los niveles de Hewitt o Forrest. Ya con todo de cara, la banda desplegó todo su potencial, empezando con una sublime “Without You I'm Nothing” en la que incluyeron un video homenaje a David Bowie (que acompañó a Molko en la versión single), a la que seguirían una relajada versión de “36 degrees” y “Lady of the Flowers”, que agradecieron los fans más longevos.
“For What It's Worth” demostró a continuación que ya se ha convertido en uno de los hits más bailables del repertorio pese a que su estilo no case demasiado con los clásicos de la banda, que cayeron uno tras otro en un final memorable. Los toques post-grunge de “Slave to the Wage” y una acelerada “Special K” nos hicieron recordar el siglo pasado, ese en el que nuestras penurias y problemas tenían como banda sonora los cds de Placebo, mientras que “Song to Say Goodbye”, con su emotivo videoclip de fondo y los teclados y violines de Fiona Brice como protagonistas, hizo que todo el público cantase al unísono su conocido estribillo. Tras unas nuevas palabras en castellano que mostraron al Brian Molko más dicharachero que recordamos, y con el público ya rendido a sus pies llegaría “The Bitter End”, ultimo tema antes de unos bises que arrancaron con el tema que posiblemente mejor describe el estilo Placebo, “Teenage Angst”, con esas líneas de estribillo “Since I was born../I started to decay” que todavía resuenan en nuestro inconsciente.
La rueda ya no podía parar y Olsdal sacó su conocido bajo con los colores de la bandera LGBTI para desatar la locura en “Nancy-Boy”, a la que seguiría una acelerada versión de “Infra-red” con unas proyecciones en las que se podía ver el rostro Donald Trump como si de una cajetilla de tabaco se tratase junto a la frase “Seriously harms you and others around you (Te daña seriamente a ti y a todos los que te rodean)". La guinda al pastel en forma de segundo bis sería la conocida versión del tema de Kate Bush “Running Up That Hill”, que tras cerca de 2 horas y 15 minutos de concierto supuso el cierre a un show casi perfecto que por momentos tuvo tintes de despedida, no sabemos si a ese estilo que en la década 1996-2006 les llevó al estrellato o su despedida final como banda, y en el que se sorprendentemente no tuvieron cabida temas como “You Don’t Care About Us”, “Taste In Men”, “English Summer Rain” o “Meds”.
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