José María Sanz volvía a su ciudad natal para celebrar en el Palau Sant Jordi sus 40 años de carrera y así cerrar la gira con la que ha tenido diversos sold outs recientes en lugares de gran tamaño como la plaza de toros de Valencia o pabellones como el BEC en Barakaldo o el Pabellón Príncipe de Zaragoza. Sin embargo, quizás por la magnitud del recinto olímpico o por la continua pelea que el loco tiene con la ciudad que le vio nacer, el pabellón de la montaña de Montjuic presentaba poco más de media entrada e incluso una lona tapaba el fondo posterior y una pequeña parte de la tribuna.
Loquillo, Palau Sant Jordi 14/12/2018 – Foto realizada por Víctor Ramos para Indieofilo©
Empezar con una declaración de intenciones como "Rock and roll actitud" hacia presagiar que la noche iba a ser movida, pero más allá de las potentes "Territorios libres" o "El hijo de nadie", donde destacaron las guitarras del magnífico trío Igor Paskual, Josu García y Mario Cobo, el primer tercio del concierto tuvo una excesiva presencia de temas de sus últimos discos, y solo algunas interacciones del propio Loquillo con el público como la provocativa-desafiante “Barcelona ciudad, ¡aquí me tenéis!” nos hicieron despertar del letargo monótono de los primeros cuarenta y cinco minutos.
Igor Paskual, Palau Sant Jordi 14/12/2018 – Foto realizada por Víctor Ramos para Indieofilo©
El concierto iría cogiendo ritmo paulatinamente desde el homenaje a Johnny Hallyday en "Cruzando el paraíso", donde la telonera Nat Simmons acompañó a las voces, "Por amor" con Lucas Albaladejo al acordeón o una maravillosa versión acústica de "Brillar y brillar" con toda la banda en la primera línea del escenario. Todo ello iba a ser el perfecto preludio a uno de los momentos de la noche, con el Sant Jordi viniéndose abajo con ese homenaje a la ciudad condal que es la archiconocida "El Rompeolas", en la que el propio cantante colgó del pie del micro la bandera con el escudo de Barcelona lanzada desde el público.
Josu García, Palau Sant Jordi 14/12/2018 – Foto realizada por Víctor Ramos para Indieofilo©
A partir de aquí, el concierto despegaría definitivamente con temas ochenteros como "Rock suave", "Carne para Linda", "Ritmo de garaje", "Piratas", "Chanel, cocaína y Dom Perignon" o "En las calles de Madrid", versiones algo ralentizadas como "I fought the law" de The Clash o el homenaje a su guitarrista y amigo badalonés Mario Cobo tocando "Eres un rocker" y "El crujir de tus rodillas", dos temas comunes con su banda The Nu Niles, a la que el propio Loquillo definió como “la mejor banda de rockabilly de Barcelona”.
Mario Cobo, Palau Sant Jordi 14/12/2018 – Foto realizada por Víctor Ramos para Indieofilo©
Con el público ya rendido al cantante del barrio del Clot, los últimos 45 minutos del concierto fueron un baño de éxitos en los que pudimos disfrutar del Loquillo más farruco en su gran versión de Johnny Cash que es "El hombre de negro", la visita al pasado lejano de "Esto no es Hawaii" o la aparición de Sabino Méndez en la guitarra de "Rock and roll star" y Leiva versionando "Qué hace una chica como tú en un sitio como este" de Burning. La traca final arrancaría con una gran versión del "Mi calle" de Lone Star donde sobresalió un inmenso Laurent Castagnet a la batería, para posteriormente desatar la locura con "La Mataré", sin lugar a dudas el tema más coreado de la noche en donde Loquillo se cuidó mucho de no cantar en ninguna ocasión el estribillo "maldito".
Laurent Castagnet, Palau Sant Jordi 14/12/2018 – Foto realizada por Víctor Ramos para Indieofilo©
Con "Feo, fuerte y formal" y "Cadillac solitario" se cerraría un concierto de más de tres horas en donde el rock y la nostalgia fueron los grandes triunfadores de la noche, donde Loquillo no terminó de conciliarse con la ciudad natal al mantener durante todo el show una actitud desafiante ante el público nada comprensible y en donde la calidad de la banda, especialmente del trío de guitarras y de una bateria superlativa se acerca al sonido original de aquellos Trogloditas de Jordi Vila, Samon Ramirez, Ricard Puigdomenech o Xavi Tacker que tanta riqueza musical aportaron a las grabaciones de la época dorada del Loco.
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