Fieles a nuestra devoción por ver en directo a los valencianos La Habitación Roja cada vez que visitan el área metropolitana de Barcelona (podéis consultar nuestras crónicas aquí), el pasado jueves nos acercamos a la mítica Sala La Paloma de la ciudad condal para ver la presentación en sociedad de su nuevo disco Crear (2024) dentro del ciclo de conciertos Cruïlla Hivern 2025.
Jorge Martí de La Habitación Roja, Sala La Paloma 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Ante una sala que presentaba cerca de ¾ de entrada, la banda salió puntual al escenario sobre los acordes de la intro de la serie “Twin Peaks”, en un pequeño homenaje al recientemente fallecido David Lynch. Con una primera parte del setlist centrada en los temas nuevos, la pausada “Crear siempre es mejor que destruir” sirvió para demostrar de buenas a primeras que algo no encajaba en esa perfección que acostumbra a acompañar en los directos de los de L’Eliana. Con la voz de Jorge con dificultades a la hora de alcanzar algunos agudos (posteriormente reconoció haber estado enfermo desde el fin de semana pasado), y un sonido “sucio” en el que la acústica de la sala y el alto volumen desde los teclados enmascaraba guitarras y bajo (y ya ni hablamos de la casi imperceptible batería de José), los primeros 30 minutos del concierto fueron un quiero y no puedo que lastró algunos temas brillantes del pasado como “La Segunda Oportunidad” o nuevas canciones como ese temazo que es “En las ruinas”.
La Habitación Roja, Sala La Paloma 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Justo en medio de “Patria”, el sonido mejoró de repente para poder disfrutar, ahora sí, de una segunda parte del concierto a la altura de la potencia y emotividad que transmiten las canciones de La Habitación Roja. La primera prueba de que todo iba empezaba a encajar fue una excelsa y guitarrera “Van a por nosotros” que no suele formar parte de sus setlist más recientes, para a continuación pasar de la emotividad de “1986” a otra descarga de rock en “El eje del mal”, donde por fin la batería de José Marco tenía el protagonismo que merece.
Jorge Martí de La Habitación Roja, Sala La Paloma 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Ese himno a las personas que los pasaron mal en la crisis que arrancó a finales de la década de los ’00 que es “La moneda en el aire”, sirvió de introducción para el primer gran karaoke masivo en la sala con la concatenación de “Voy a hacerte recordar” e “Indestructibles”. Quizás por el ritmo que parecía tomar el show, sorprendió que Jorge interpretase “Svalbard”, un tema con ciertas reminiscencias a Franco Battiato de su último disco antes de irse a los bises, pero cuando la banda decidió volver al escenario ese pequeño momento de rebajar euforia cobró todo el sentido al dedicar la preciosa “Las Olas” a Marc Lloret de Mishima, que justo días después falleció después de una larga lucha contra el cáncer.
Edu Martínez de La Habitación Roja, Sala La Paloma 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
El ritmo acelerado volvería a aparecer en las hasta 5 canciones que los valencianos ofrecieron hasta cerrar el concierto. Primero con una debilidad personal del que escribe como es “Scandinavia”, y luego con esa incursión en los sonidos más electrónicos de “El Duelo”, donde los teclados de Edu Martínez ahora sí lideraron un sonido que en directo recordó a The Weeknd. Algunas de las canciones más conocidas de su discografía estaban por llegar, así que el público enloqueció con la concatenación de “Mi habitación” y “Ayer”, ampliamente coreadas por un público entregado. Ante el momento de euforia en el que se encontraba el concierto, sorprendió que el grupo cerrase su concierto con ese tema de clara influencia de The Cure que es “Los Últimos Románticos”, donde eso si pudimos disfrutar de un sonido perfecto liderado por la guitarra de Pau Roca.
Pau Roca de La Habitación Roja, Sala La Paloma 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Así pues, sensación agridulce la que nos dejó el concierto de una banda que nos tiene tan mal acostumbrados a un sonido que rara vez baja del notable, que en cuanto algo falla aunque solo sea por unos minutos, nos deja con esta rara e injusta sensación fallida…. Lo bueno es que los temas nuevos demostraron estar a la altura de clásicos de la banda que no entraron el setlist como “Febrero”, “Un día perfecto” o “Nunca ganaremos el mundial”, y también que, como dijo el propio Jorge Martí durante el concierto, queda poco para que la banda llegue a sus 30 años como banda, y al igual que sucedió con su 25 cumpleaños y la gira interruptus pandémica de grandes éxitos, parece ser un buen momento para otra gira de gran repertorio donde repasar la excelente discografía de La Habitación Roja.
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