La célebre Sala Wah Wah de Valencia acogió el pasado viernes 15 de Noviembre el concierto de Izal, que venían a presentar su aclamado y esperado segundo disco Agujeros de Gusano. El concierto empezaba a las 22:30, y pese a la fría noche, pudimos comprobar la expectación que Izal levanta ya que había varias personas intentando conseguir entradas, que semanas antes se habían agotado, bajo la expectación de disfrutar a uno de los grupos con más pegada en el panorama nacional, y que además son respetados por la crítica como lo demuestra el galardón a la Mejor Banda Revelación en los Premios de la Música Independiente de este año. Solo hacía 11 meses que estuvieron por última vez en la capital del Turia, pero como decíamos anteriormente, si algo se puede destacar es la perfecta unión que tienen con una legión de seguidores que les adora y que les permite, por ejemplo, apostar por el crowfunding para poder auto gestionar y editar su nuevo disco.
Iniciaron el concierto con “Despedida” y esto no significa que fuera el concierto más corto del mundo, sino el primer tema de su nuevo disco Agujeros de Gusano, un tema potente y rápido que inmediatamente hizo que el público cantase y bailase, consiguiendo que la próxima canción Hambre supusiese un éxito asegurado por la entrega de un público que la adora como primer single de ese nuevo trabajo. Hay que destacar que pese a que la sala estaba llena, no hubo en ningún momento sensación de agobio, algo de agradecer en estos conciertos en salas más pequeñas que permiten la cercanía con el artista. Sorprende que ante la magnífica respuesta al nuevo álbum, el grupo optase de primeras por descargar en ese momento buena parte de los temas de su primer trabajo Magia y Efectos especiales. Así llegarían consecutivas “Asuntos Delicados”, “Tóxica”, “Tu Continente”, “Qué Bien” y “28 Horas”, justo antes de que uno de los temas con más tirón y fuerza de la banda, “Jenna Fisher”, que por cierto ya interpretaban en algunos conciertos de la anterior gira.
Ahora, como en nuevo bloque, tocaba el turno de su recién estrenado disco, y pese a la novedad del mismo, nos sorprendió la excelente reacción del público ante las nuevas canciones, siendo coreadas todas y cada una de ellas por la mayoría de los asistentes. “A los que volveremos”, “Agujeros de gusano”, “Palos de ciego” y “Ockham” sonaron incluso con más fuerza en directo, lo que demuestra que Izal es ante todo un grupo que gana en el cara a cara, espacios cortos, donde los verdaderos músicos demuestran su valía. La locura llegaría con ese misterioso tema que es “Extraño Regalo”, que se ha convertido probablemente en su canción fetiche, aunque “Prueba y Error”, y sobre todo “Pánico Práctico”, demostraron que también gozan de un lugar preferencial en el corazón de sus fans, que los corearon de tal manera que se hacía difícil incluso en algunos momentos oír la voz de Mikel.
El final del concierto se acercaba, como todos imaginamos al empezar a escuchar los acordes de “Epílogo I“, aunque para nuestra sorpresa las tres canciones que forman el final de su disco fueron interpretadas de manera seguida, dotando al tema de una dimensión diferente a la que presenta en el disco. En los bises aun habría tiempo para dos golosinas como la esperada “Magia y Efectos Especiales”, que consiguió que la sala se moviese al unísono en el momento en el que Mikel entona las famosas palabras “Ya empieza el baile” y la épica “La Mujer de Verde”, que supuso el colofón final a un concierto que sirvió para ver el crecimiento exponencial de la banda en los últimos meses y como han pasado de ser una de las grandes promesas del panorama nacional para convertirse en una de las bandas referencia.
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