La banda belga Hooverphonic llegaba a la sala Melkweg de Amsterdam como segunda parada de la gira holandesa de presentación de su último disco "Reflection", todo un éxito en Benelux y con el que habían conseguido soldout la noche anterior en la universitaria ciudad de Utrech. En una sala en la que destacaba la presencia de familias completas con hijos con edades comprendidas entre los 6 y los 15 años, el ambiente se fue caldeando gracias a la actuación de una telonera de excepción como la también belga Few Bits, sobrenombre bajo el que se esconde la cantautora Karolien Van Ransbeeck, que defendió su disco homónimo solo con la ayuda de una guitarra, destacando así el ambiente intimista y calmado de sus creaciones.
Con una puntualidad británica, los principales protagonistas de la noche fueron apareciendo paulatinamente sobre el escenario bajo los acordes de "Boomerang", destacando una puesta en escena perfecta que incluía un uniforme con chaqueta y pantalones grises que seguía incluso una bellísima Noémie Wolfs, enfundada en un mono con los mismos colores. Bajo un ritmo que pasaba con una facilidad pasmosa del blues al soul llegando por momentos al rock de los años 60, la banda se centró en un principio en los temas de su último disco como "Ether", "Single Malt", "Devil Kind of Girl" o "Gravity" , aunque también hubo cabida para viejos temas como "Expedition Impossible" o una maravillosa "One" en la que destacaron los acordes a la guitarra de Raymond Geerts.
"Hapiness" y "Wait For a While" supusieron un pequeño bajón en el ambiente general, probablemente debido a tratarse de dos canciones con un ritmo mas pausado, pero las tablas de un camaleónico Alex Callier que se puso a hablar con el público, levantaron de nuevo el espectáculo antes de sonar la archireconocida "Mad About You". El concierto siguió en su punto álgido gracias a una animada "Roadblock", donde el órgano Hammond tuvo una importancia ritmica vital y a unas emotivas "Bad Weather", "Eden" y "Jackie Cane" en la que la joven Noémie Wolfs demostró que está al nivel de Geike Arnaert, cantante con la que el grupo alcanzó sus mayores éxitos. Con "Anger Never Dies" y "One Two Three" de su penúltimo trabajo de estudio volvieron los ritmos mas animados, justo antes de abandonar el escenario con una soberbia interpretación de su reciente éxito "Amalfi", que fue cantada por el público hasta la extenuación y demostró que este tema que bebe de sonidos cercanos a Arcade Fire o Austra se ha convertido en pocos meses en un nuevo himno de la banda.
Con el público totalmente rendido a sus pies, la banda tuvo que salir hasta en dos ocasiones para goce del personal. Con Alex Callier de nuevo como maestro de ceremonias, la banda preguntó al público que canciones deseaba escuchar, y así pudimos disfrutar de temas antiguos como "Vinegar & Salt", "2 Wicky" o "Somethimes", así como temas mas actuales ya de la etapa de Wolfs como "The Night Before" o una pausada versión del clásico de Dave Berry "This Strange Effect". Cerca de dos horas de espectáculo en las que pudimos disfrutar de un sonido casi perfecto que nos atrapó desde el primer segundo gracias a la unión de la espectacular voz de Naomi Wolfs con unos músicos superlativos. Si a ello le añadimos que el repertorio de la banda está lleno de canciones conocidas que ganan en espacios pequeños, el resultado solo puede ser el éxito total y absoluto cosechado en la capital holandesa..¡Solo nos queda saber cuando se aventurarán a una gira por España!
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