Resulta gratificante ver apuestas como las de los ampurdaneses Cala Vento para celebrar su 10 aniversario como banda. Con 4 álbumes a sus espaldas, todos ellos de notable para arriba, Joan y Aleix primero se han aventurado a lanzar un disco de versiones porque les aprecia, y luego han querido hacer lo que hacen esas bandas foráneas que visitan nuestro país mostrando la palabra TOUR en mayúsculas, y lo van a hacer a lo grande, con 12 conciertos en 12 días consecutivos en 10 ciudades.
Cala Vento, Sala Apolo 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Ayer daban el pistoletazo inicial a toda esta vorágine ante un sala Apolo llena a rebosar, donde desde un primer momento ya se pudo constatar que más que un concierto lo que íbamos a vivir era una fiesta de celebración por ambos lados, con la banda brindando con cava y copas personalizadas al salir al escenario y el público coreando cada uno de los temas demostrando su cariño al dúo catalán.
Aliex Turón de Cala Vento, Sala Apolo 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
La primera parte del concierto sirvió precisamente para presentar Brindis (2025), arrancando casi en el mismo orden que en el formato físico con “Mi canto libre” e “Insurrección”, pero entre ellas para caldear todavía más el ambiente sonaron potentes “Historias de bufanda” y “Un buen año”, algunas de ellas acompañadas incluso por un trío de instrumentos de viento. Tras un breve descanso para brindar ahora con el público, Aleix dio a elegir a una persona del público el siguiente tema de entre “Arrimar”, “La comunidad” y “Unos pocos y otros tanto”, siendo esta la última la elegida para locura de unas primeras filas que no tardaron en realizar los primeros pogos.
Joan Delgado de Cala Vento, Sala Apolo 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
La parte más festiva del concierto seguiría con la aparición del italiano Lecocq para interpretar “Sonno innamorato di te”, perfecto preludio a dos de los temas más conocidos de Balanceo (2019) como “Solo ante el peligro” y “Gente como tú” con la sala rendida a los pies de los de Girona. Volveríamos de nuevo a las versiones con “Pau”, “Grita”, “Lento”, y para acabar esta parte del concierto, una de las covers que no ha aparecido en el formato físico que han interpretado a lo largo de la gira de Casa Linda como es “Del Montón” de Sr. Chinarro.
Cala Vento y Lecocq, Sala Apolo 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
A partir de aquí, karaoke masivo de un repaso a los diez años de canciones de los catalanes que empezó con “Isla desierta”, “Equilibrio”, “No hay manera” y “Fin de ciclo”, dedicada a uno de los miembros que acompañan a la banda en temas de Merchandising y que también formaba parte del trío de personas que tocaya instrumentos de viento.
Aleix y Joan de Cala Vento, Sala Apolo 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
El concierto iba llegando a su fin, como podía intuirse al sonar los acordes de “Blueprint”, cover de los Fugazi que demuestra bien a las claras la filosofía del dúo. Tras un pequeño descanso, Joan aparecía por sorpresa por la entrada de la sala cantando las primeras estrofas de “Conmigo”, que sería el origen de unos últimos 10 minutos frenéticos que tuvieron su punto culmen en cuanto Adria Marvà de Gyoza salió para acompañar en las guitarras de “Ferrari”, dejándonos posiblemente el mejor tema de la noche. El broche de oro al concierto sería la ya lejana “Abril”, único tema de su disco homónimo de debut que nos transportó a una época que parece demasiado lejana para solo haber pasado 10 años…
Cala Vento, Sala Apolo 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Y casi sin darse cuenta había pasado una hora y media de concierto que sirvió como regalo mutuo para banda y público. Sólo queda decir que si tenéis la oportunidad de disfrutar de esta gira en vuestra ciudad o alrededores, no dudéis ni un segundo en ir sacando ya la entrada, porque todo lo que impregna el concierto (setlist, banda, público…) merece ser disfrutado en el calor de una sala. Por lo demás, ¡¡Que vivan Cala Vento!! y esperemos que durante muchos años…
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