La sala The Max de Melkweg en Amsterdam colgaba el cartel de completo desde hace días para recibir a los ingleses Bombay Bicycle Club, que llegaban a la capital holandesa como segunda parada de la gira europea de presentación de su nuevo disco So Long, See You Tomorrow, que esta semana precisamente ha llegado al número 1 en ventas en UK.
Los encargados de abrir la velada fueron los también ingleses The Ramona Flowers, que mas allá de su guiño a la protagonista de los comics de Scott Pilgrim, poco ofrecieron en lo musical. Un volumen excesivo que impedía distinguir los instrumentos, y mucho menos la voz del cantante, fue la constante a lo largo de sus 30 minutos de actuación. Sin un estilo definido, que igual se mueve entre el rock-light de bandas como Nickelback o una mala versión de Foo Fighters hasta algunas incursiones con sintetizadores mas potentes que recuerdan a bandas como The Bravery o The Kills, el show solo destacó con la interpretación de sus dos temas mas conocidos, Brighter y Lust and Lies, en los que el volumen que aportó el público en los estribillos hizo que el conjunto sonase un poco mejor.
A las 21:00, y ante una sala repleta en la que no cabía un alfiler ocupada en su mayoría por jóvenes de entre 16 y 25 años, el cabeza de cartel salia al escenario bajo los acordes de entrada del tema que precisamente abre su nuevo disco. Como en un bloque empezaron con Overdone e It's Alright now, que demostraron su evolución hacia sonidos orientales mas propios de lugares como India o Turquia, pero sin perder un ápice de la hermosa complejidad sonora que hacían gala en anteriores trabajos, como se pudo observar instantes después al sonar uno de sus mayores éxitos de sus penúltimo disco, Suffle. Come To sirvió para mostrar su apuesta en el nuevo trabajo por la incursión de voces femeninas en coros, instantes antes de que la locura llegase a la sala durante cerca de 10 minutos al sonar de manera consecutiva sus éxitos Your Eyes y How Can You Swallow So Much Sleep, en los que el público cantó hasta la extenuación los estribillos, para alegría del cantante Jack Steadman.
En un guiño a los fans mas antiguos, la banda optó por interpretar Lamplight y Evening/Morning de su primer trabajo I Had the Blues But I Shook Them Loose, sonando estas mucho mas potentes que en su versión física gracias a unas desgarradoras distorsiones en bajos y guitarras que consiguieron que por momentos el show pareciese un concierto de hard-rock. Home by Now relajó los ánimos justo antes de que el líder de la banda se pusiese al frente de una minibateria formada por bombo y caja que fue introducida a propósito para la interpretación de Feel, que nos transportó con su trepidante ritmo a las calles de Bombay o Nueva Delhi y certificó que es probablemente la canción mas punch de este nuevo disco. Como si de un juego se tratase, la banda volvió a optar por relajar el ambiente con la sensual Lights Out, Words Gone, seguida de Eyes Off You, en cuya fase inicial donde destacó de nuevo la cálida voz de Jack acompañada simplemente de un piano.
Tras una inevitable broma con referencias a Shakira, llegaba el momento de interpretar la que probablemente sea la canción con beats mas pronunciados y bases electrónicas mas definidas de su nuevo disco, Whenever, Wherever, que supuso una precuela magnífica para el tema mas redondo en su conjunto del mismo, la preciosa Luna, que con su riqueza sonora y juegos de voces resultó incluso mas hipnótica que en el LP, recibiendo el grupo al finalizar de la canción el aplauso mas sonoro de la noche. Resultó curioso observar como el público coreó al unísono el estribillo de un tema tan antiguo como Always Like This, que además sirvió para el lucimiento personal del bajista Ed Nash, mientras que la batería seria la protagonista en una acelerada versión de What If. Cerca del final, Carry Me supuso la confirmación del sonido casi perfecto que les había acompañado durante todos el concierto, además de ser el primer tema en el que el guitarra Jamie MacColl daba un paso al frente para un breve reconocimiento individual, para instantes después cerrar el concierto con la interpretación como bis de la descafeinada So Long, See You Tomorrow, tema con menos empaque de su último trabajo. Pese a ese extraño final, no cabe duda de que la banda ha dado un paso adelante en todos los aspectos, sonando mejor que en la última ocasión que les vimos en el FIB 2012, y postulándose como una de las bandas de este 2014 que acaba de comenzar, además de pasar a ser una pieza fundamental en los carteles de la mayoría de festivales de este verano, pero en esta ocasión con una letra mas grande que les aupe a los escenarios y horarios estelares..
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