La navarra Amaia ofrecía el pasado sábado 22 de febrero el segundo de sus conciertos consecutivos en el Sant Jordi Club de Barcelona para presentar su último disco Si Abro Los Ojos No Es Real (2025). Si el álbum ya se ha situado en pleno mes de febrero como una de las apuestas seguras a estar en las listas de lo mejor del año, las crónicas del concierto de la noche anterior nos advertían de estar ante un show diferente, tanto por la cuidada escenografía donde destaca la presencia de casi una treintena de músicos, como por la exponencial evolución de la pamplonica.
Amaia, Sant Jordi Club 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
En un show dividido en cuatro actos, Amaia arrancó su concierto sola sobre el escenario con “Visión”, “Tocotó” y “Magia En Benidorm”, para posteriormente dejarse acompañar por una mini orquesta con instrumentos de viento y cuerda y entregar unos primeros compases llenos de sensibilidad y delicadeza en “Quiero pero no” o “La vida imposible”. El ritmo del concierto volvió a acelerarse con “Dilo sin hablar” y “Nanai”, perfecto preludio de un segundo acto donde los ritmos urbanos se impusieron en “C’est La Vie” o una increíble versión del “Me Pongo Colorada” de las Papá Levante.
Amaia, Sant Jordi Club 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
En “Auxiliar”, la ex concursante de OT optó por sonidos más cercanos a la electrónica y en “Ya está” sorprendía a todos al atreverse a tocar el arpa, para a continuación cerrar el segundo acto con otra versión, en este caso el “Santos que yo te pinté” de Los Planetas que ya había interpretado en algunos conciertos de su anterior gira, y que desde una batería electrónica consigue pasar de los dejes flamencos de los granadinos a una vertiente mucho más popera.
Amaia, Sant Jordi Club 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
El tercer acto empezaba con “Fantasma” y la aparición de un coro formado por cerca de una treintena de mujeres del Taller de Músics que ofrecieron una nueva capa a la compleja propuesta en directo de la navarra, como se pudo observar en “Yo invito” o en la magnífica “Nuevo verano”, quizás el tema que más creció en esta propuesta tan orquestada. También sirvió este acto para demostrar las tablas y saber estar que la cantante ha alcanzado en este momento de su carrera, ya que si el concierto iba viento en popa hasta entonces, en “Despedida” Amaia comenzaba a bailar un zapateado cuando el tacón de su bota se rompió de cuajo. Lejos de empequeñecerse, la de Pamplona lo afrontó con una naturaleza pasmosa, incluso realizando bromas al acabar el tema, y permaneciendo el resto del concierto descalza sin rebajar ni un ápice la energía en todo el show.
Amaia, Sant Jordi Club 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Tras abandonar el coro el escenario, el cuarto acto sería el más festivo de todos con esa declaración de intenciones a su madre que es “M.A.P.S.”, a la que siguieron a toda velocidad “Giratutto” con Amaia bailando de punta a punta del escenario y “Quiero que vengas”, uno de sus primeros temas que con sus aires pop y la percusión de su estribillo sigue encajando como un guante en esta parte del setlist. La locura llegaría justo a continuación cuando Alizzz aparecía por las pantallas subiendo las escaleras del escenario para cantar “El encuentro”, perfecto preludio de otro de los karaokes masivos de la noche como fue “La canción que no quiero cantarte”.
Amaia, Sant Jordi Club 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Ante tal desborde de saltos y gritos, “Quedará en nuestra mente” parecía rebajar excesivamente el ritmo del concierto. Sin embargo, posteriormente se demostró como un acierto al empezar los bises con la propia artista demostrando sus habilidades al piano con una increíble versión del poema Zorongo Gitano de Lorca, que ya en su momento versionó Marisol, y que sorprendió para bien por el silencio sepulcral que se mantuvo durante todo el tema, solo roto por una aplauso atronador al acabar la canción.
Con el viento a favor por el momento de intimidad creado, “Yamaguchi”, con el solo acompañamiento con una guitarra acústica de Víctor Martinez, sonó nítida y poderosa, mientras que los instantes finales del concierto fueron baño de masas para la artista al cerrar con “Tengo un pensamiento” y “Bienvenidos al show”. La primera se ha convertido en el gran hit de su último disco desde su espectacular presentación con plano secuencia incluido en el programa televisivo La Revuelta, mientras que la segunda, con todos los músicos y el coro sobre el escenario, sirvió para acabar el concierto por todo lo alto con la multitud bailando.
Amaia, Sant Jordi Club 2025 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
27 temas, más de 2 horas de espectáculo y salir con la sensación de haber visto uno de los conciertos del año. La escenografía, la calidad de un sonido cimentado en un coro y unos músicos excepcionales, pero encima de todo, una Amaia espectacular que ya no solo enamora con su dulzura y simpatía, si no que por ejemplo es capaz de sobreponerse a fallos de sonido y de vestuario con una facilidad pasmosa y entregar a continuación temas memorables in que le tiemble ni un ápice la voz. Tras ver el espectáculo, no hay ninguna duda sobre quién ocupa ya el trono de la escena independiente pop femenina en nuestro país.
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