Alt-J – 14 de noviembre de 2022 (Sant Jordi Club – Barcelona)

Hay veces que uno necesita tomar un poco de perspectiva para poder valorar algunas cosas. Y esto fue lo que sucedió la noche del lunes en el Sant Jordi Club de Barcelona. Cerca de una decena de veces son las que he podido ver en directo a Alt-J a lo largo de la última década, la mayoría de ellas en festivales con toda variedad de horarios, y quizás por ello me había olvidado de lo jodidamente buenos que son musicalmente en directo.

Joe Newman de Alt-J, Best Kept Secret Festival 2015 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo^©

La noche arrancaba con los locales b1n0, que hicieron las delicias de un público ávido de ritmos bailables. La batería de Malcus Codolà y los sintetizadores de Emili Bosch, junto con una biblioteca de samples infinita, consiguió transportar su música a atmósferas cercanas a las de James Blake o Matthew Herbert. Tras ellos la banda de Leeds saltaba al elevado escenario del Sant Jordi Club con la excusa de presentar su magnífico cuarto disco de estudio The Dream (2022), en el que parecen haber vuelto tras el experimental Relaxer (2017) a esos sonidos primigenios marca de la casa llenos de falsetes, estribillos fáciles y ritmos frenéticos a la batería.

Gus Unger-Hamilton de Alt-J, Best Kept Secret Festival 2015 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo^©

Al igual que su último disco “Bane” serviría de fría toma de contacto, rápidamente contrarrestada por los ritmos de juglar medieval de “Every Other Freckle”, primer tema en el que pudimos disfrutar de la brutal amalgama de sonidos de los ingleses con increíble definición y claridad, dejando por tierra la mala fama del Sant Jordi Club en lo que respecta al sonido.. A partir de aquí, el concierto cogería velocidad de crucero con “The Actor”, quizás el tema con más riqueza y matices su último disco que fue recibido con jolgorio y aplausos por el público, para posteriormente mostrar los dos temas más electrónicos de su setlist como son “In Cold Blood” y “Deadcrush”, únicas visitas a Relaxer (2017) de toda la noche. La locura se desataría con los coros de voces de “❦ (Ripe & Ruin)” y su posterior concatenación con “Tessellate”, dejando el primer gran momento de la noche con los increíbles ritmos a la batería de Thom Sonny Green.

Thom Sonny Green de Alt-J, Best Kept Secret Festival 2015 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo^©

La mezcla de nuevos temas con clásicos de su repertorio seguiría dando buenos frutos en el pack “U&ME”-”Matilda”, posiblemente el tema más coreado de la noche, o la futurista “Chicago” con uno de los mayores éxitos de la banda como es “Something Good”. A partir de aquí el show entró en una especie de inpass en el que si bien no hubo ningún momento de desconexión total, el ambiente general no mantuvo la excitación de los primeros 40 minutos. Acompañados por unos juegos de luces, láseres y humos increíbles, fueron cayendo “Nara”, una descafeinada “Bloodflood” o “The Gospel of John Hurt”, todos ellos correctos pero sin llegar a más, todo lo contrario que “Montreal”, un tema inédito lleno de épica y ritmos sincopados del cual esperamos ansiosos su versión en formato físico para poder disfrutar como se merece de toda la amalgama de sonidos que pudimos intuir en directo.

Joe Newman de Alt-J, Best Kept Secret Festival 2015 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo^©

A partir de aquí el show volvió a crecer a pasos agigantados con la ceremonial “Philadelphia”, cuyas voces operísticas casaron a la perfección con guitarras y teclados, mientras que las archiconocidas “Dissolve Me” y “Fitzpleasure”, bailadas y coreadas por todo el público a partes iguales, supusieron el cierre perfecto a una primera parte del concierto sobresaliente. Aún habría tiempo para unos bises en los que la banda tiraría de nuevo de éxitos para ponerle la guinda al pastel. Primero con una acelerada versión de “Left Hand Free” que hizo las delicias de un público que por aquel entonces ya solo pensaba en bailar, y finalmente con la deliciosa “Breezeblocks”, gran éxito de la banda que en su versión en directo destacó por la claridad en las voces finales que repiten el estribillo hasta la extenuación. Así pues, concierto magnífico el de la banda liderada por Joe Newman, que demostró que se puede trasladar de una manera bastante fidedigna al directo todas las capas y matices sonoros que pueblan sus álbumes, sin por ello perder ni una pizca del ritmo y la luminosidad que caracteriza a sus temas. Ya estamos contando los días que faltan para poder disfrutar de nuevo de ellos este verano, aunque sea en algún festival..