El pasado miércoles, en la noche más fría de lo que llevamos de año en Barcelona, los americanos Algiers aterrizaron en una desangelada sala Razzmatazz 2 que sorprendentemente no presentaba ni media entrada para presentar su segundo disco The Underside of Power (2017). Ni sus dos excelentes discos, ni su más que justificada fama en directo consiguieron atraer al público de la capital catalana al que sin lugar a dudas fue uno de los conciertazos de un 2017 que está a punto de acabar.
Foto extraida del perfil en facebook de Algiers
La encargada de abrir la noche fue su compatriota Hiro Kone, que con un acertado set de electrónica experimental minimalista nos hizo temer lo peor debido a unas molestas reverberaciones de bajos que se producían en la parte final de una sala tapada con lonas.. Sin embargo, y como por arte de magia, en cuanto el ahora cuarteto con la unión del irreconocible ex-Bloc Party Matt Tong saltó al escenario, todas las sospechas desaparecieron, ya que el post-punk industrial de los de Atlanta conquistó rápidamente la sala. Es difícil encontrar hoy por hoy bandas que llenen tanto el escenario como Algiers, con un Franklin James Fisher desatado en las voces que solo parece calmarse levemente en cuanto se sienta a su piano Wurlitzer y un espasmódico Ryan Mahan que parece vivir una lucha interna continua entre tocar el bajo, lanzar ritmos electrónicos o ponerse a bailar cual quinceañero en la ruta del bacalao..
Foto extraida del perfil en facebook de Algiers
Más allá de la presencia escénica, su intenso concierto de 60 minutos tuvo pocos momentos de respiro tras un inicio arrollador con "Animals", "Walk Like a Panther" y su intro con el discurso de Fred Hampton a su hijo o "Cry of the Martyrs", demostrando que trasladan perfectamente al directo la rabia y el mensaje de sus combativas letras. Tras un pequeño impasse con una de sus pocas visitas a su disco de debut en "But She Was Not Flying", llegaría uno de los momentos de la noche con la potente "Death March", que fue creciendo desde la sutileza del piano y el xilófono a la potencia de una batería descomunal que fue enturbiando el sonido inicial hasta acabar en una especie de caos controlado que recibió una sonora ovación por parte del público.
Foto extraida del perfil en facebook de Algiers
Las reivindicaciones sociales continuarían en "Cleveland", donde quizás el exceso de distorsiones en la voz de Fisher deslucieron un poco el global del tema, para a continuación concatenar temas de Algiers (2015) como "Old Girl" y "Blood" en lo que fue quizás la fase más calmada del concierto. Sin embargo, a partir de "Irony. Utility. Pretext." el concierto retomaría su velocidad de crucero gracias a una mayor presencia de un Matt Tong soberbio desde la batería, alcanzando la banda del estado de Georgia un sonido increíble que se asemeja a la mezcla perfecta de la electrónica de Health, la actitud de Savages y el tono del new soul de Benjamine Clementine. Con el público a sus pies, pudimos disfrutar de un final apoteósico que arrancó desde las aceleradas líneas blues de piano y bajo de "The Cycle/The Spiral: Time to Go Down Slowly" y que tuvo como broche final la espectacular "The Underside of Power", uno de los temas del año en el que se acercan desde el soul clásico de los 70 a propuestas más comerciales sin olvidarse ni un minuto de su esencia combativa.
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