El pasado miércoles por la noche, los australianos Polaris volvían a la ciudad condal 5 años después de su primera visita, en aquella ocasión como teloneros de Architects, consagrados como una de las bandas referentes del metalcore mundial.
Jamie Hails de Polaris, Sala Razzmatazz 2 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
El temprano horario incompatible con la jornada laboral nos hizo imposible llegar al concierto de los japoneses Paledusk y disfrutar de las últimas cuatro canciones de los también australianos Thornhill, que presentaron una propuesta espartana en lo que a movimiento como banda se refiere. Con el protagonismo total en manos de su cantante Jacob Charlton, que no dejó de hacer muecas y poses para las primeras filas con un fondo en el que destacaba el nombre de la banda escrito con bombillas rojas, el final de su concierto se centró en su último álbum Heroine (2022). Con ritmos muchos más accesible de lo que acostumbra el metalcore en directo, ausencia durante largos momentos de voces guturales y la destacada presencia de las líneas de bajo de Nick Sjogren, los Aussies cumplieron el trámite dejando una sensación de tibieza entre un público que ya empezaba a llenar la sala.
Garret Russell de Silent Planet, Sala Razzmatazz 2 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Todo lo contrario que Silent Planet, última de las bandas teloneras de la noche. Los de Los Ángeles son una de las nuevas puntas de lanza del djent, ese estilo que pusieron de moda hace unos años Meshuggah. De la mano de unas proyecciones oníricas sobre el escenario, y sobre todo de gurú-líder como Garrett Russell desde las voces, el cuarteto demostró una potencia increíble al directo donde destacó su batería Alex Camarena. Entre texturas cercanas a la música industrial y electrónica, pudimos disfrutar de una amplia amalgama de estilos en un concierto centrado principalmente en su último disco Superbloom (2023). Lo mejor de su concierto llegó con “Antimatter”, ”Panic Room” y “:Signal:”, pudiendo degustar los increíbles cambios en los registros vocales de su cantante, que en décimas de segundo lo mismo entona melódicos que guturales con igual precisión. Gran concierto el suyo, especialmente en los últimos 20 minutos donde incluso pudimos ver los primeros pogos y crowdsurfing de la noche.
Jake Steinhauser de Polaris, Sala Razzmatazz 2 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Con una sala en la que ya no cabía un alfiler, los australianos Polaris saltaron al escenario bajo las líneas de sintetizador de “Harbinger”, probablemente el tema más melódico de su último disco Fatalism (2023). Con una primera parte del concierto dominada por la voz y carisma de su líder Jamie Hails, “Hypermania” y la poderosa “Nightmare” desataron la locura en una sala rendida ante su pegadizo estribillo y el ritmo marcado desde la batería por Furnari. Con el público ya en el bolsillo, arrancaría “With Regards”, que a los pocos segundos se vio interrumpida por la propia banda al ver que un miembro de seguridad se dirigía de manera violenta a uno de los asistentes que segundos antes había realizado crowdsurfing entre el público.
Daniel Furnari de Polaris, Sala Razzmatazz 2 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
El parón, así como las continuas pausas entre canción y canción para afinar instrumentos hicieron que el show perdiera un poco de fuelle, desluciendo por la pérdida de empaque “Lucid”, y sobretodo “All of This is Fleeting”, en la que se echaron en falta una mayor presencia de las bases electrónicas que acompañan la canción en la versión grabada del tema. Para nuestra suerte, la contundencia volvería con la concatenación de “Landmine” y la increíble “Overflow”, posiblemente mejor tema de la noche desde la perfecta combinación de voces entre Jamie Hails y el bajista Jake Steinhauser. Tras el momento emotivo de la noche, con la dedicatoria de “Martyr (Waves)” a su guitarrista Ryan Siew fallecido el pasado verano y el reconocimiento de lo que les cuesta a nivel emocional cada show desde su pérdida, la banda recuperó el ritmo del principio del concierto en un último tercio del concierto magistral en el que Hails recuperó sus mejores registros vocales.
Jamie Hails de Polaris, Sala Razzmatazz 2 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
De esta manera llegarían “Parasites” y “Dissipate”, donde de nuevo los juegos entre las dos voces principales dotaron al tema de un nivel superior, para antes de los bises atacar la melódica “Masochist” e “Inhumane”, donde la excesiva presencia de Jesse Crofts con un eterno e incomprensible solo de guitarra más propio de speed metal que del metalcore produjo otro de los momentos de bajón de la noche. Quizás sabedores de ese regusto amargo del último tema, los de Sidney optaron por dos balas seguras para los bises, “Pray For Rain” y “The Remedy”, donde fue imposible encontrar un pero tanto a nivel musical como emocional. El equilibrio de voces, de nuevo el protagonismo necesario de la batería y los primeros momentos de lucimiento individual de Rick Schneider a la guitarra sirvieron para que la sala se fuese a casa con la sensación de haber vivido un concierto notable, y de que escenarios como la 2 de Razzmatazz se empiezan a quedar pequeños para una banda que sin llegar al reconocimiento de bandas como sus paisanos Parkway Drive o Architects, son ya referentes del metalcore a nivel mundial.
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