El valenciano Álvaro Lafuente, más conocido por su alias artístico Guitarricadelafuente, aterrizaba en el Poble Espanyol de Barcelona dentro del cartel del renombrado Festival ALMA Jardins de Pedralbes como uno de los conciertos más esperados del mismo a tenor del soldout alcanzado semanas atrás.
Guitarricadelafuente, Alma | Festival Jardins de Pedralbes 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Acompañado de hasta cuatro músicos vestidos de blanco ibicenco con los que intenta aportar a sus canciones un nueva profundidad sonora más allá de la sencillez que le ha hecho famoso, el de Benicasim arrancó su concierto a toda mecha moviéndose de un lado a otro con “Amanita”, para posteriormente ir rebajando paulatinamente el ambiente con la interpretación de “Ya mi mamá”, “Redondico” o “La filipina”, hasta llegar a un punto en que la excesiva ralentización afectó a una “Flor de Caramelo” descafeinada y monótona desde los sonidos de una amalgama de instrumentos.
Guitarricadelafuente, Alma | Festival Jardins de Pedralbes 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
“Caballito” y su tarareable estribillo nos devolvieron la alegría de la época estival, pero desgraciadamente sería un oasis en el desierto, ya que el ritmo uniforme volvería a dominar el espectáculo. Este hecho no pareció importar a una mayoría del público que se volvió loco en cuanto sonaron “El conticinio” y “ABC”, pero que se tomó el resto del concierto como un evento social en el que realizar fotos y hablar con sus amigos. Lo mejor de la parte intermedia del show, además del reconocimiento al cantautor aragonés Joaquín Carbonell y la influencia que ha tenido sobre el castellonense temas como “Me gustaría darte el mar”, fue la concatenación de “La algarabía” y “Quien encendió la luz”, por fin poderosas desde las seis cuerdas del propio Guitarricadelafuente.
Guitarricadelafuente, Alma | Festival Jardins de Pedralbes 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Tras interpretar “Romancera”, que dedicó a sus años de residencia en el Raval y a su amigo Lucas, el concierto entró en una recta final que hizo justicia a todo lo bueno que proyecta Álvaro en sus discos. Con una versión más desinhibida y con una imperfección surgida de la espontaneidad, sus últimos 20 minutos fueron un torrente que arrancó con su versión del “A mi manera”, para después ampararse en un teclado situado en la parte trasera del escenario y descargar una increíble “A carta cabal”. Aún habría tiempo para que en los bises visitase dos singles de su primera época como “Sixtinanin” y “Guantanamera”, dejándonos con la sensación de haber disfrutado del concierto sólo en momentos de puntuales, aquellos precisamente en los que los acordes limpios de una sola guitarra o la sencillez de un teclado acompaña la delicada voz del de Benicassim. Pequeño consejo Álvaro, como reza una de las máximas del diseño KISS Keep it simple!.
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