El Soundhood Barcelona 2024 llegaba a la ciudad condal de la mano de Son Estrella Galicia con la pretensión de devolver a la ciudad conciertos con el cartel propio de un festival, pero con la cercanía y las comodidades de realizarse en salas que permiten disfrutar de los artistas sin sufrir distancias kilométricas ni escenarios gigantescos (que buenos tiempos aquellos del Primavera Club…).
shame, Soundhood Barcelona 2024 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Viernes 25 de octubre de 2024 – Sala Upload Barcelona
La primera de las dos jornadas la abrían Rombo, banda de Sant Feliu de Llobregat, que padecieron una sala excesivamente vacía, lo que lastró una propuesta a la que por momentos le faltó un poco más de contundencia. Las ácidas letras de su segundo álbum Plaers i terrors del confort domèstic (2023) no consiguieron enganchar a un público que tampoco les mostró el respeto que se merecían al no parar de hablar durante todo el show. Los mejores momentos del show llegarían en unos instantes finales en los que además de interpretar el tema en el que colaboran con Mujeres “Vibracions” o una edulcorada versión de “I Found the F” de los británicos Broadcast, dejaron para la posteridad un lapsus de su cantante Clara al agradecer su presencia en el festival a una marca cervecera distinta de la que patrocinaba el evento.
rombo, Soundhood Barcelona 2024 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Tras ellas sería el turno del gran descubrimiento del festival para el que escribe estas líneas, el trío de Londres mary in the junkyard, liderado por la hipnótica voz de Clari Freeman-Taylor y un setlist robusto que lo mismo sonaba a rock alternativo americano de los 80 (toques de 10000 Maniacs o The Replacements) que aportaba reminiscencias de sonidos más oscuros como los de los ya lejanos Throwing Muses o de los más recientes Porridge Radio (con los que incluso se encuentran similitudes en la voz de Dana Margolin). De todas maneras, el magnetismo de su cantante no debe hacernos olvidar el increíble talento de su batería David Addison, pero sobretodo, de la polifacética Saya Barbaglia, auténtico motor rítmico del trío bien sea desde la potencia del bajo o desde, como se pudo ver en los mejores momentos del concierto, la delicadeza de un violín. La oscura “Ghost” fue el arranque de unos 30 minutos vibrantes en los que destacaron “Goop”, y por encima de todo la melancólica “Tuesday”, que sirvió para cerrar su concierto con los 3 miembros de la banda tirados por el suelo.
mary in the junkyard, Soundhood Barcelona 2024 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Milagrosamente la sala se empezó a llenar para recibir a la gran banda de la noche, los también británicos Squid. El post punk más experimental de su último trabajo O Monolith (2023) fue una de los mejores discos del año pasado y su directo no hizo más que refrendar todo lo bueno que se espera de ellos. Con una estructura de concierto que por momentos recuerdan a las locuras de BadBadNotoGood o King Gizzard & the Lizard Wizard, los de Brighton ejecutaron poco más de 6 temas en más de una hora de show que arrancó con esa bendita locura sonora que es “Swing (in a Dream)”. Resulta sorprendente como dentro del caos que parece haber entre capas y capas de sonidos pueden ser capaces de aportar detalles que hagan que cada instrumento sea distinguible en su individualidad. Por supuesto que la batería y la voz de Ollie Judge son los maestros de ceremonias, pero ese rompecabezas de sonidos perfectamente encajados desde guitarras, sintetizadores o la trompeta de Laurie Nankivell hacen que no pares de fijarte durante todo el show en los pequeños matices que llegan desde cada instrumento. Como si de una clase magistral sobre diversos estilos musicales se tratase, a lo largo del concierto pudimos disfrutar del funk con toques punk de ”G.S.K” y “Undergrowth” o el jazz de “Pamphlets”, pero sobre todo, de un sin fin de pogos y bailes que convirtieron la fría noche de Montjuic en una sauna.
squid, Soundhood Barcelona 2024 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Sábado 26 de octubre de 2024 – Paral·lel 62 Barcelona
El segundo día había arrancado en la sala Paral·lel 62 con el showcase sorpresa de Aiko, el grupo, que presentaron en directo los temas de su recién estrenado nuevo EP A tomar por culo (2024). Tras ellos subirían al escenario los madrileños Amor Líquido, que ofrecieron un concierto lleno de punk-rock que fue un éxito desde el primer momento, tanto por las fuerza de sus letras como por la forma de comerse el escenario que el cuarteto desplegó. Entre letras ácidas cargadas de mensajes feministas como las de “La Escena”, “Metro Goya” o su excelente versión del “Are You Gonna Be My Girl” de Jet (con cambio de letra para adaptarla a un mensaje mucho menos machista incluido), el dúo de batería y bajo de Eva Martín y Gabriela Nieto creando un muro sonoro para que Álvaro Peral se luzca con virtuosismo a la guitarra y el magnético liderazgo de Sara Puertas llenando cada palmo del escenario desde las voces, pudimos constatar que el cuarteto lo tiene todo para ser el próximo gran pelotazo musical desde la capital. ¡¡Nosotros no dudamos en llevarnos su vinilo para casa!!
Amor Líquido, Soundhood Barcelona 2024 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
El segundo grupo de la noche eran las inglesas Goat Girl, que presentaron en la ciudad condal buena parte de su tercer álbum Below the Waste (2024). Su mezcla de garage-pop con noise-rock arrancó algo baja de potencia desde unas voces en las que predominaban los suspiros, pero tan pronto como Rosy Bones empezó a sentirse cómoda desde la batería, el show fue virando hacia propuestas mucho más contundentes. Si alguien tiene dudas de cómo es tocar la batería “Like a Girl”, que disfrute de un concierto de las londinenses y tome ejemplo de cómo es aporrear cajas y platos con una fiereza descomunal. Notable concierto el suyo donde destacaron temas nuevos como “Where’s Ur <3” o “Words Fell Out”, pero en el que también pudimos disfrutar de temas de sus anteriores discos en versiones más calmadas como “The Crack”, “Cracker Drool” o “Sad Cowboy”.
Goat Girl, Soundhood Barcelona 2024 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
El plato fuerte del fin de semana eran sus paisanos shame, que en sus últimas visitas a nuestro país el año pasado habían dejado conciertos memorables como el del Canela Party o un locurón total en la sala Apolo de la capital catalana. Y esta vez el concierto siguió por los mismos derroteros, con un Charlie Steen arrollador (con y sin camisa), con su bajista Josh Finerty pegándose carreras de lado a lado del escenario y un setlist en el que no había ni un segundo de respiro en la cerca de hora de concierto de la mano de éxitos como “One Rizla”, “Six-Pack”, “Screwdriver”, “Water in the Well” o “Concrete”. Las comparaciones en cuanto a estilo con sus compatriotas Squid eran la comidilla a la salida entre los asistentes a los dos días del festival, esgrimiendo los defensores de estos su propuesta mucho más rica en lo musical, pero la apuesta de shame parece imponerse en unas letras cargadas de ironía que abrazan a la perfección la fiereza punk que muestran tanto sus canciones como la actitud de cada uno de sus miembros sobre el escenario. Para el recuerdo quedará el ostiazo que el propio Charlie Steen se pegó contra el suelo al ponerse a hacer crowdsurfing en “Alibis”, aunque eso no pareció mermarle lo más mínimo durante el resto del concierto, volviendo incluso a lanzarse al público en varias ocasiones más…
shame, Soundhood Barcelona 2024 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Así pues, excelente propuesta la que nos trajeron los organizadores del Soundhood Barcelona con una clara apuesta por el punk británico con dos bandas de renombre como shame y Squid, además de permitirnos descubrir conciertazos como los de Amor Liquido o mary in the junkyard. Su coincidencia en el calendario con otro evento como es el festival de cine documental musical como es el In-Edit, además de la ya extensa agenda de conciertos de los que cada fin de semana dispone la ciudad condal, hicieron que la asistencia en la primera jornada fuese algo menor de lo esperado, pero solo nos queda esperar que ese detalle no empañe una edición notable a la que deseamos el mayor recorrido posible con futuras ediciones.
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