Tras una buena primera jornada en el Sónar de dia marcada por los conciertos de Marina Herlop y el dúo belga Charlotte Adigéry & Bolis Pupul, la jornada del viernes, primera con Sónar de noche, se presentaba espectacular con nombres de la talla de Aphex Twin, Fever Ray o Max Cooper.
Fever Ray, Sónar 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Nuestra primera toma de contacto con el Sónar de día sería con el saxofonista Bendik Giske, que gracias a una puesta en escena espectacular,tanto por sus juegos de luces como por su indumentaria, consiguió destacar desde el primer segundo. Pasado este aspecto visual, su propuesta te hace alucinar por los continuos cambios de ritmo (recordado así propuestas como las de los canadienses BadBadNotGood) y por la elasticidad que consigue de un instrumento tan clásico como el saxofón que se acerca a la electrónica con una facilidad pasmosa. Tras acabar su show, partimos hacia el Sonar Park para ver que proponía la patria Albany, muy conocida en las nuevas generaciones por sus canciones trap. Su concierto no terminó de conectar con el público, quizás por los problemas técnicos que lastraban su voz, así que para cuando sonó “My Crush”, uno de sus temas más conocidos, viendo el poco ímpetu del público, decidió interrumpirla en un ataque de diva. Vale que el seguimiento no estaba siendo masivo, pero ponerse a la gente en contra de esa manera no es la mejor manera de levantar el vuelo.
Bendik Giske, Sónar 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Menos mal que en el escenario principal tendríamos a Crystal Murray para darle la vuelta a la tortilla. La británica, con un concierto lleno de sensualidad y pop mezclado con r&b, se metió al público en el bolsillo a base de bailes y canciones pegadizas. Tras un merecido descanso, llegaría uno de los grandes momentos del día, el espectáculo que Max Cooper había preparado bajo el nombre de 3D/AV live donde se esperaban unos audiovisuales increíbles. Entre imágenes del universo y del cosmos, en lo musical se centró en su último álbum Unspoken Words (2022), resultando por momentos su propuesta algo vacía e inexpresiva. Ante estos valles, todavía nos duele más habernos perdido desde el principio de The Blessed Madonna, ya que la norteamericana había montado en el SonarVillage una de las mayores fiestas sobre el escenario que se recuerdan por estos lares. Entre malabaristas, drags y bailarines, el escenario estaba más masificado que el metro en hora punta, pero también hay que decir que toda esta parafernalia que acompañaba el espectáculo no desentonaba entre éxitos principalmente house que mantuvieron la carpa bailando durante cerca de una hora..
Crystal Murray, Sónar 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Era hora de partir hacia el Sónar de noche para degustar el que era el gran plato principal de esta edición, el show de Aphex Twin. Con el glitch como bandera, generando melodías que enganchan y horrorizan a partes iguales, el irlandés ofreció una sesión histórica en el que destacó un escenario que presentaba un cubos de metal rodeado de pantallas que ofrecían un efecto 3d increible. A medida que va avanzando su show tienes la sensación de estar frente a un boxeador que te va castigando el hígado poco a poco, desgastándote mentalmente hasta la extenuación a base de beats acelerados y deconstrucciones de sonidos que te acercan a paisajes sonoros inimaginables unos minutos antes. Entre cambios de ritmo, y porque no negarlo, ruido por doquier, Richard D James parece alejarse poco a poco de esa etiqueta de IDM para ser capaz de provocar sensaciones incómodas a un público que lo idolatra a base de un show en el que hubo especialmente techno y acid.
Aphex Twin, Sónar 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Tocaría carrera y de las buenas para llegar a la otra punta del festival para acercarnos a la propuesta comercial menos electrónica de la noche. Fever Ray, o lo que es lo mismo, el alter ego Beetlejuice de Karin Dreijer, ofreció un concierto de pop electrónico donde presentó buena parte de su tercer disco Radical Romantics (2023). La ex-componente de The Knife se comió literalmente el escenario en el que fue el mejor concierto del día, no solo en lo musical, sino también en lo que a puesta en escena se refiere, ya que huyendo de parafernalias digitales montó un show increíble con sus dos cantantes acompañantes, una batería y una teclista (con nube de poliespuma en la cabeza incluida). Con un inicio claramente arrollador con la concatenación de “Kandy” y “Carbon Dioxide” y un volumen de bajos por momentos excesivo, el concierto mantuvo un ritmo muy alto. Entre cambios de color de las luces y bailes imposibles, la cerca de una hora que duró el concierto se pasó veloz hasta que cerró con “I Had a Heart”.
Fever Ray, Sónar 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Con los años cayendo como una losa, nuestro último concierto del día iba a ser el de la rapera británica Shygirl, que en un escenario no muy lleno de público ofreció un buen concierto con mezcla de pop, hip hop y electrónica. Con una energía increíble sobre el escenario, el show mantuvo en general un perfil delicado que hizo que buena parte de su disco de debut Nymph (2022) sonase como un sueño onírico lleno de rimas y versos en temas como “Heaven”, “Shlut” o “Firefly”. Sin embargo, lo mejor de su show estaría en una parte intermedia muy directa y agresiva donde sonaron algunos temas de su EP ALIAS (2020). Como guinda del pastel para un día notable, la de Londres nos regalaría una colaboración con Erika de Casier sobre el escenario para cerrar así un concierto que demostró el porqué la cantante inglesa es uno de los talentos emergentes a tener en cuenta dentro de la escena hip hop de las islas británicas.
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