Todavía con la resaca del conciertazo ofrecido por Depeche Mode la tarde-noche anterior, la última jornada en el Parc del Forum de este Primavera Sound 2023 en Barcelona nos pillaba algo más descansados y con la pilas a tope para ver el esperado show de Rosalia, pero también debilidades personales como la neerlandesa Sevdaliza o dos de los fijos en nuestras playlist laborales como St Vincent y The War on Drugs.
Foto de Mäneskin realizada por Clara Orozco proporcionada por la organización del Primavera Sound 2023
Con un calor achicharrante y nulo viento que apaciguara el sol, la oscura propuesta cercana al shoegaze mezclado con country y rock de Wednesday no parecía encontrarse ante el mejor escenario posible. Sin embargo, la banda liderada por Karly Hartzman presentó su reciente nuevo disco Rat Saw God (2023) con un conciertazo lleno de guitarras noventeras que recordaron por momentos a Dinosaur Jr o The Breeders. Con la marabunta bajando hacia el concierto de Villano Antillano, decidimos esperar un poco para que se vaciase el minúsculo escenario Cupra viendo a los californianos Surf Curse en el escenario Brugal. En una época en la que el nuevo punk británico parece haber tomado la delantera del estilo, resulta curioso observar cómo todavía hay bandas como Surf Curse que se acercan al estilo de The Ramones, buscando simplicidad y contundencia a partes iguales. Con su batería Nick Rattigan como voz principal mostrando carisma, el resto de la banda no estuvo a su altura y en algunos momentos se echó en falta algo más de rabia especialmente desde las guitarras.
Foto de Wednesday realizada por Sergio Albert proporcionada por la organización del Primavera Sound 2023
Ante la previsión de que el escenario Dice no se estaba vaciando, decidimos meternos en la marabunta para ver los últimos 25 minutos del concierto de Villano Antillano. Entre continuas y necesarias proclamas a favor del transfeminismo, las lucha por las libertades LGBTIQ+ y la oposición firme y dura al machismo y a la homofobia, la de Puerto Rico se comió el escenario con temas como “Reina de la Selva”, “Mujerón” o su celebérrima colaboración con Bizarrap. Es cierto que por momentos su espectáculo está extremadamente sexualizado entre perreos y letras morbosas, pero es innegable que el suyo fue uno de los grandes conciertos de esta edición.
Foto de Villano Antillano realizada por Sergio Albert proporcionada por la organización del Primavera Sound 2023
Era momento de coger el hatillo para la mudanza hacia los escenarios principales, donde arrancaba el concierto de la neerlandesa Sevdaliza. Recordamos haberla visto en muchos festivales holandeses (genial su concierto en el Down The rabbit Hole 2016) en sus inicios previos con la publicación de su EP The Suspended Kid (2015) y haber flipado con el intimismo y ritmos que la acercaban por entonces a FKA Twigs. Precisamente el principio de su concierto tiró por estos derroteros de electrónica sutil y delicada, haciéndonos disfrutar enormemente de su propuesta. A partir de la presentación de su nuevo single con Villano Antillano “Ride or Die”, que saltó al escenario para defender la canción en directo, el concierto se tornó un caos de electrónica llena de graves y sin sentido en el que nada parecía encajar. Mención aparte merece cerca de 10 minutos de DJSet donde sonaron éxitos de Eurodance holandés y belga de los 90 que cortaron por completo el ritmo de un concierto que acabó siendo un desastre.
Foto de Sevdaliza realizada por Sharon López proporcionada por la organización del Primavera Sound 2023.
Apenas unos pasos a la derecha, pudimos degustar de nuevo un directo de la que hoy por hoy en una de los grandes referentes femeninos de la escena independiente, la norteamericana St. Vincent. Pocas maestras de ceremonias con el carisma de la de Tulsa, que además se sabe rodear de una banda de lujo como Jason Falkner y Justin Meldal-Johnsen a la guitarra y al bajo respectivamente para entregar un concierto que por ritmos y calidad no baja de lo notable en cada canción. Hasta cuatro temas presentó de su último disco Daddy’s Home (2021), aunque también habría tiempo de escuchar clásicos de su ya larga discografía como “Digital Witness”, “Cheerleader” o la delicada “New York”.
Foto de St. Vincent extraida del perfil oficial de la artista en Facebook.
Con los últimos acordes de su concierto enfilamos de nuevo el largo recorrido hasta el escenario Plenitude para acercarnos a ver la propuesta de la dominicana Tokisha, cuyo renombre ha crecido exponencialmente en los últimos meses por sus colaboraciones con Madonna y Rosalia. No sabemos a qué lumbreras se le ocurrió poner su concierto en un escenario tan pequeño y cuyo diseño con contenedores de barco (Un 10 a que sea un uso sostenible, pero un 0 a su disposición en U que no permitía ver nada desde los laterales) crearon un tapón de público como pocas veces se ha visto por esos lares. Arrancó con un video de su recién creado partido político Popola Libre y entre bailes de al extremo el dembow y reggaeton la gente disfrutó moviéndose locamente al ritmo de un empoderamiento sexual que por momentos se torna excesivamente repetitivo. Con los pocos temas que tiene en su repertorio, en cuanto empezó a repetir un par de ellos fue la señal para subir escaleras y disfrutar con el espectáculo diametralmente opuesto que ofrecían en el Amazon The War on Drugs.
Foto de Tokisha realizada por Eric Pàmies proporcionada por la organización del Primavera Sound 2023.
La banda liderada por Adam Granduciel parece sacada de las antípodas de lo que actualmente se lleva. Con poco carisma, letras cargadas de reflexiones y unos ritmos nada cambiantes, los de Filadelfia mostraron que tienen una legión de fans lo suficientemente grande como para pasar de modas haciendo lo que mejor saben hacer, temazos de música real fuera de bailecitos y tik-toks efímeros. Su directo, que cada vez se acerca más a la época lúgubre de Springsteen, fue una visita a buena parte de su discografía, sonando al principio “Come to the City”, “Pain” y “Red Eyes”. En cuanto el show se centró principalmente en su último disco I Don’t Live Here Anymore (2021) el ritmo decayó levemente, pero el rouge final con “Eyes to the Wind” y “Under the Pressure” fue simplemente espectacular. A pocos metros, y con una marea de italianos que se iban acercando por la zona para el posterior concierto de Mäneskin, la norteamericana Kelela subía al escenario Brugal para defender su nuevo disco Raven (2023), pero tras arrancar con “Washed Away”, el sonido petó y el concierto hubo de pararse durante algo más de 20 minutos. Problemas de sonido que continuarían durante todo el concierto sepultando la delicada propuesta de la cantante de Washington ante un ridículo volumen de su voz. Por parte de la organización, un 0 ante la poca delicadeza mostrada al cortar de golpe el sonido en “Enough for Love”, y no dejarle ni siquiera acabar el concierto.
Foto de The War on Drugs realizada por Sergio Albert proporcionada por la organización del Primavera Sound 2023.
El problema principal es que a su lado arrancaba el espectáculo con mayúsculas de los italianos Mäneskin, que como habíamos comentado antes, habían congregado a una buena legión de compatriotas. Es cierto que su propuesta se queda en un rock demasiado light que incluso llega a flirtear con la esencia de la canción ligera italiana, pero también hay que reconocer que lo hacen con una solvencia y un saber estar sobre el escenario que dignifica mucho su propuesta, ya que si en algún momento en medio de los 10’s nos llegan a decir que un ganador de Eurovisión iba a tocar en el Primavera Sound, sencillamente no nos lo creemos. Carisma a parte de su increíble frontman Damiano David, el resto de la banda también transmite rock entre movimientos y bailes e incluso algunos temas suenan realmente potentes, como sus hits “Zitti E Buoni’”, “I wanna Be Your Slave” o el cover de “Beggin’”. Como bien dijo Damiano en la presentación de uno de sus temas, lo que la gente opine de ellos “les importa un coño” y seguirán fieles a una propuesta que dominan y con la que hacen disfrutar a su amplia comunidad de fieles.
Foto de Rosalia en concierto en Mexico DF con licencia Creative Commons extraida de Wikimedia Commons
Con todo el pescado vendido, era hora de la gran guinda del pastel, el primer gran concierto de una artista nacional como verdadera cabeza de cartel en la historia del Primavera Sound. Rosalia jugaba en casa y buena prueba de ello es que nunca habíamos visto la explanada de los escenarios principales con tanta gente como en este sábado, incluidas familias con niños y niñas que todavía no habían llegado a la adolescencia que se entraban al festival a las 2 de la mañana solo para ver el concierto de la catalana. En la época de Reels y tik-toks de 8 segundos, poco queda ya por conocer del espectáculo de la gira Motomami, y una versión comprimida del mismo es lo que se pudo ver en la explanada del Fórum. Arranque como de costumbre con “Saoko”, lucimiento continuo de un grupo de bailarines excepcional y la sensación de que todo pasa muy rápido. Entre pequeños problemas de volumen del micro de Rosalía y las interferencias del maldito nuevo escenario electrónico instalado al lado de las escaleras de acceso a la explanada, algunos temas quedaron un poco deslucidos, pero habría tiempo para que sonaran mas que decentemente “Linda” (que ya había sonado hace unas horas en el show de Tokisha), “Despechá”, “La Combi Versace” o “Con Altura”. Para el final quedarían la concatenación sin la presencia de Rauw Alejandro de “Beso” y “Vampiros”, para cerrar el concierto con un versión de “Héroe” de Enrique Iglesias, “Malamente”, “Chicken Teriyaki”’ y el fiestón absoluto descontrolado de “CUUUUuuuuute”. Pese a los pequeños problemas, juego set y partido para la de Sant Esteve Sesrovires que se consagró como la absoluta ganadora de un Primavera Sound 2023 en el que hemos podido disfrutar de conciertazos como el suyo, el de Depeche Mode, Blur o Turnstyle y en el que la cantidad de público, por primera vez en años, ha hecho no tener la sensación de agobio continuo más allá de espectáculos principales algo masificados.
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