Este año el Low Festival cambiaba de nombre (de Low Cost a Low, aunque se puede entender por el aumento de sus precios con respecto a años anteriores) y también de organizadores, los omnipresentes Live Nation. Supongo que como en toda primera vez las cosas no salen como uno espera, y tras una serie de desdichas (entradas duplicadas, tornos sin conexión informática) conseguíamos entrar al Low. En mi quinta edición del Low no esperaba que las cosas fueran a cambiar mucho respecto de las otras ediciones, y efectivamente así fue, resultando el festival casi una copia idéntica del anterior, grupos similares, mismo ambiente, y mismo intento de hacerlo todo tan bien, sostenible, y moderno que riza el rizo, resultando en un festival algo soso. Como novedad este año se incluía un par de escenarios más, el Escenario Wiko y el Red Bull Sounds From Valencia, que como su nombre indica trajo una buena muestra de la escena valenciana.
Nuestra jornada del Viernes empezaba con Modelo de Respuesta Polar en el escenario Wiko, siendo complicado el escucharlos, ya que situado enfrente de ellos, aunque algo más abajo Triangulo de Amor Bizarro comenzaba su concierto, al que nos fuimos. La verdad es que las ganas de ver a los gallegos era máxima, y no defraudaron, a pesar de que la prontitud del horario provocó que el escenario Matusalen pareciera algo vacío y la gente en él presente estuviera aun acomodándose, aun así pudimos escuchar un gran setlist de temas de sus 2 últimos discos Año Santo y Estrella Mística.
Tras un Iván Ferreiro muy poco acertado, sobre todo en lo vocal, descubrimos una de las sorpresas del Festival, los madrileños John Gray, quienes en el escenario Wiko sorprendió a los allí presentes con la elegancia de su R&B y soul con toques electrónicos. Tras un arranque del festival demasiado tranquilo, los suecos The Hives hicieron despertar al público con su impresionante show, con constantes bajadas al foso, innumerables frases en castellano y muy correctos en lo musical, no faltando clásicos como “Main Offender” o “Hate to Say I Told you So”.
Nota: Debido a la política de fotos emprendida por el festival, que ha denegado a la mayoría de medios cualquier solicitud de photopass, ha sido imposible realizar nuestras habituales galerías fotográficas. Desde aquí, mostramos nuestro rechazo a este tipo de acciones que limitan enormemente la calidad del material que ofrecemos.
Leon Benavente, con un Edu Baos muy entregado dio un gran concierto en el Matusalen, a pesar de que a nivel vocal estuvieron algo flojos lograron transmitir la ilusión con la que estaban tocando al resto de público allí presentes. Algo más distantes estuvieron Blood Red Shoes, a pesar que su directo es potentísimo, con los que cerramos una interesante primera jornada del festival.
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