La edición del FIB ha sido, como se suponía, un éxito, pero también ha supuesto un cambio en el modelo, apostando por bandas más mainstream y dejando atrás las propuestas indie-rock de otros años.
La primera jornada del Jueves 14 fue una puesta a punto de la ingeniera fiber, contando incluso con un escenario menos ya que el Visa estaba cerrado, los allí presentes quienes mayoritariamente eran británicos empezábamos a deambular por un recinto aun medio vacío y tuvimos la oportunidad de disfrutar del sonido de John Grvy en el Escenario Las Palmas. La apuesta del madrileño es realmente atractiva, y aun con contar con algo de desconocimiento y un puesto algo desubicado en el conservador escenario del indie español es una de las actuaciones que en directo nunca me ha defraudado.
Las apuestas más alternativas de la escena tenían lugar en el escenario de Radio 3 y ahí pudimos ver como Fuckaine estaban a sus anchas a pesar de la poca afluencia, y es que con solo un disco a sus espaldas los madrileños tienen un directo enérgico pero sin llegar a ser excesivamente ruidosos, rozando el noise con puntazos electrónicos. El Guincho hubiera sido una buena alternativa en otro escenario o en otra hora, ya que con el Sol aún muy arriba y un escenario prácticamente vacío se hacía algo pesado aun bailar sus, por otro lado, eclécticos ritmos.
Rejjie Snow en el Escenario J&B y Skepta saturaron de hip-hop la noche e hicieron a muchos cuestionarse sobre un futuro cambio en el enfoque de un festival que hasta la fecha había acogido otro tipo de estilo, aunque no estuvieron faltos de público de las islas. Sin duda los grandes triunfadores de la noche fueron los belgas Soulwax, y es que a pesar de llevar varios años sin sacar álbum de estudio nuevo, sus directos con las 3 baterías totalmente sincronizadas y esa elegancia electrónica que dan a sus creaciones los pusieron en el Top Ten de esta edición del FIB.
Major Lazer venían con la etiqueta de festivo bajo el brazo, y así fue. Hay que reconocer el buen estado de forma de los americanos, sobre todo tras su Peace is the mission y desde luego en directo tampoco defraudan si bien es cierto que en algunas partes del show recuerdan excesivamente a muchos DJs del llamado movimiento EDM con lanzamiento de hinchables,etc… Mención aparte cuando el gran Diplo coge las riendas de los platos y empieza a ejecutar sus soberbias mezclas, pasando de reguetón a rock sin apenas inmutarte.
GEoRGiA fue lo más reseñable del escenario J&B en su primera jornada, con una puesta en escena sencilla, pero que demuestra que con talento se puede hacer una música electrónica diferente, sobre todo si se es como Georgia Barnes una multi instrumentista contrastada.
El Viernes fue un día en el que prácticamente no te podías separar del Escenario Las Palmas, empezando por la sorpresa mayoritaria que fue Gaspard Royant y su puesta en escena aguantando estoicamente el calor con toda su banda trajeada y deleitando al poco público aun presente con su peculiar estilo de crooner y rocabilly.
Dato curioso fue el doblete protagonizado por las madrileñas Hinds, quienes el Jueves ya habían debutado bajo el seudónimo The Weers en el escenario Radio 3. Con un buen número de fieles seguidores calcaron prácticamente el concierto de la noche anterior y con un perfecto inglés intentaron abrirse hueco en el público anglosajón. Los siguientes en tener turno en el Las Palmas fueron los valencianos La Habitación Roja, quienes volvían 4 años después más consagrados aún tras sus 2 últimos discos y que como es habitual en ellos, a pesar de 3 temas de su último largo que no consiguen conectar, estuvieron muy bien, y han logrado cocinar una serie de temas que ya son prácticamente himnos y que hacen que el escenario principal del FIB no les quede ni mucho menos grande.
The Vaccines fueron los grandes triunfadores de la noche, y es que con sus ya 4 largos han conseguido labrarse una serie de himnos que en directo congenian lo mejor del brit rock. Con un Justin Young en estado de gracia
Biffy Clyro venía con nuevo disco bajo el brazo, y lo que podía ser una presentación magnífica del mismo se convirtió en un concierto excesivamente corto (poco más de una hora) donde las nuevas canciones no acabaron de cuajar excesivamente y el público tuvo que conformarse con saltar en “Mountains”, “Bubbles”, “The Captain”, “Biblical”, “God & Satan” en lo que por supuesto fue una demostración de contundencia en el sonido de los escoceses, esta vez un poco más contenidos que en otras ocasiones.
The Chemical Brothers empezaron fuerte, ni más ni menos que con “Hey Boy Hey Girl” en lo que podría adivinarse como una gran noche, más aun teniendo en cuenta que su último disco cuenta ya con más de un año en las calles. Nada más lejos de la realidad, a pesar de contar con los audiovisuales más artísticos que se puede disfrutar hoy en día, el concierto de los ingleses fue una decepción, centrándose excesivamente en sus 2 últimos discos y los sonidos más EDMs que en los mismo hay, por lo que se transformó en una sesión excesivamente lineal, lejos de sus mejores momentos.
En el escenario Visa, The Soft Moon con su post rock logró atraer a un gran número de visitantes, a pesar de lo desconocido, en especial para el público inglés. Sonido elegante y épico que entró rápidamente en el ranking de lo mejor de la jornada. En el lado opuesto podemos incluir a las islandesas Reyjkavikurdætur , y es que el espectáculo pro femen con las 15 integrantes del grupo lejos de poder transmitir algo, quedó incluso algo burdo y esperpéntico con muestra de pezón incluido por parte de algunas integrantes. Rat Boy también formo parte de lo peor del festival, con su espectáculo festivo adolescente a los Kakkmaddafakka pero con bastante peor calidad creativa que los noruegos.
Con bastante más dignidad y acierto los madrileños Cosmen Adelaida demostraron porque son el alumno aventajado del sello catalán El Genio Equivocado.
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