En la tercera jornada fiber pudimos ver algunos conciertos más que en la segunda, además era un día grande para el Escenario Maravillas: Miles Kane, Arctic Monkeys y los Kaiser Chiefs hacían que la noche prometiese. Esa noche el FIB volvió a ser FIB. Empezamos con los españoles Smile. Viniendo de Getxo no es de extrañar que nos sorprendiesen tocando en el Maravillas. Una mezcla de pop, rock, folk, que les ha llevado ha tocar en el mayor de los escenarios del festival. Ni el calor pudo con un público que entonaba cada uno de sus temas, para sorpresa de los que desconocíamos la existencia del grupo.
La tarde nos deparaba algo que no esperábamos, un momento de los más especial: Miles Kane en la Zona VIP y como resultado una foto con él. Estas son palabras de fan que sentía la necesidad de decirlo. Miles muy amablemente cedió a hacerse fotos con algunos fotógrafos y periodistas que nos encontrábamos allí. Continuamos con el concierto de Soledad Vélez, la chilena que llegó a España para conquistar corazones. Apareció en el Escenario Trident con su aspecto que nos recuerda a otras cantautoras con Annie o la rusa roja, extrema dulzura en un rostro que transmite delicadeza, pero con una fuerza folk que evita cualquier tipo de comparación, pues Soledad es única en lo que hace. Un bonito concierto que cautivó a los presentes. Y de casualidad nos vimos en el concierto de los Childhood, en el Fib Club. He de admitir que me acerqué porque el cantante me llamó la atención visualmente para hacerle fotos, pero finalmente me quedé a ver todo el concierto. Un pop sorprendente llegado desde Londres que engancha, a mi me pasó.
Seguidamente regresamos al Maravillas donde estaban dando caña los The Courteeners. El escenario empezaba a contar con una cantidad de público que nos recordaba que quedaba poco para recibir a Miles y el resto de grupazos del día. Allí todo el mundo cantaba sus temas, desde los más jóvenes hasta las señoras más maduritas que se podían ver saltando al ritmo de la música. Llegó uno de los momentos más esperados de la noche. Miles Kane regresaba al FIB, un año después, y tocaba en el mismo escenario. Un escenario que lo esperaba con más ganas que la última vez y en unas condiciones más favorables para él, pues no es lo mismo tocar a pleno sol que por la noche. Un público ansioso gritó y cantó sin parar, en un recinto casi hasta los topes. Y un Miles afable y cercano transmitía un buen rollo que hizo que el concierto pareciese cortísimo y nos quedásemos con ganas de más. Tras The Last Shadow Puppets donde compartía escenario con la voz de los Arctic, Miles va creciendo y viendo como su éxito crece como su público y fans.
Y por fin, por fin una de las guindas de esta edición. Arctic Monkeys han sido de los más esperados este año, por no aventurarme a decir que los más, y eso que yo soy más de The Killers. Pero sí, junto a los de Flowers, los Arctic Monkeys eran unos de los cabezas de cartel más importantes. Anticipándome a la crónica del domingo he de decir que fue en este concierto en el que más gente se ha visto en este FIB. Ni cabía ni un alfiler, todo un riesgo era moverte de donde estabas para ir a la bar, al baño o a reunirte con alguien. Un concierto de hora y media donde sonaron todos los grandes éxitos de la banda, hubo tiempo de esperadísimos bises y como muchos esperaban, Miles Kane formó parte del concierto en el último tema. Gran sorpresa para mi!!
Después de la euforia vivida con los de Sheffield, los Kaiser Chiefs no se quedaron atrás y supieron llevarse a su terreno a la marabunta que estaba viéndolos. Como siempre un alocado Ricky Wilson hizo disfrutar a los presentes. Pies de micro lanzados fuera del escenario, subida a uno de los laterales del escenario, con lanzamiento de micro al suelo desde bastantes metros de altura,… Una locura de concierto en el que los temazos se sucedieron uno tras otro e hizo del fin del último concierto gordo de la noche una fiesta sin igual. Para cerrar la noche nos fuimos a bailar con los Indiespot Djs grandes temazos que siempre triunfan y concluimos con los Sunta Templeton que entre una retahíla de temazos también nos dejaron ver sobre el escenario una serie de letreros en los que podíamos leer Benicassim Rocks, será como la Crónica de una muerte anunciada?
Todas las fotos de este artículo son propiedad de Rosana Ayza. Para mas info o contactar con ella, visitar su página web aquí.
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