Pocas sensaciones me transmiten con tanta claridad el estar en pleno verano como esa producida al ver a familias con peques que se adentran en el primer festival de su corta vida en la cola de entrada del Cruïlla. Pasan las ediciones, 14 la de este año, pero desde hace años esa sensación de disfrute para todos los públicos en un entorno seguro, junto con unos carteles atractivos, son sin lugar a dudas las señas de identidad del festival catalán.
Cruïlla 2024 – Foto realizada proporcionada por la organización del Festival Cruïlla
Tras no poder asistir a las dos primeras jornadas centradas principalmente en la música urbana y latina respectivamente, ayer viernes nuestra primera toma de contacto iba a ser con los británicos The Kooks, banda que en 2006 llegó incluso a ser sintonía del móvil de este redactor con “Ooh La” y que era de uno de los motivos por los que acudió al FIB 2006… Pese a todas las esperanzas puestas por su regreso y por lo bien que ha resistido esa maravilla de disco de debut que fue Inside in/inside out (2005), su concierto fue de más a menos hasta acabar siendo una pequeña debacle con melodías aceleradas y contratiempos forzadísimos en las últimas canciones. La voz de Luke Pritchard sigue siendo un gancho con esa nitidez que le caracteriza, y el principio con “Always Where I Need to Be”, “Sofa Song”, “Eddie’s Gun”, “Ooh La” y “She Moves in Her Own Way” nos hizo disfrutar de unos primeros 20 minutos que nos hicieron viajar en el tiempo más de dos décadas. Pero el castillo de naipes se fue cayendo a un ritmo vertiginoso debido al empeño de la banda en interpretar el resto del setlist en tiempos extrañisimos, dejando como único tema salvable de esta segunda fase del concierto una “Seaside” con Luke solo sobre el escenario acompañado de una guitarra. Para nuestra desgracia, “Naïve” o la guitarrera “See the World” quedaron muy lejos de la calidad mínima para ser disfrutables…
The Kooks, Cruïlla 2024 – Foto realizada proporcionada por la organización del Festival Cruïlla
Tras acabar la banda de Brighton, era el turno de despedir por estos lares a Rayden, que deja su faceta de cantante para centrarse en su vertiente literaria. Tras empezar en una vertiente más rockera que recordaba por momentos a Def Con Dos en “No hago rap” y “Pólvora mojada”, el concierto fue virando hacia ritmos más tranquilos dejando por momentos una leve sensación de monotonía. A medida que el concierto avanzaba y la presencia del propio Rayden a las voces iba menguando, la gente fue marcando hacia otros escenarios, lo cual les hizo perderse unos temas finales en los que la fuerza desde la batería y guitarras volvió a dominar el escenario en “Multiverso” y la ya lejana “Matemática de la carne”.
Rayden, Cruïlla 2024 – Foto realizada proporcionada por la organización del Festival Cruïlla
Con todo el público abarrotando el escenario principal de camino a ver Avril Lavigne, entre los corrillos de amigos más allá de las primeras filas la mayoría de gente se preguntaba cuál era la última canción de la canadiense que recordaba… Y es cierto, que en el imaginario colectivo quedan esos temas de primeros de la década del 2000 en canales como MTV2 o la alemana VIVA y sus videoclips de skaters y camisetas de rayas, así que apostando sobre caballo ganador la canadiense optó por centrar buena parte de su setlist en su primeros álbumes. “Girlfriend” y “Complicated” dieron el pistoletazo de salida a un concierto lleno de confeti y fuego, proyecciones de videos de hace años y una ligera sensación de piloto automático en todos los temas. Un “anem per feina” en toda regla en el que más allá de discursos desde el micro, descorchar una botella de cava antes de “Here’s to never growing up” o invitar al público a subir para regalarles unas tablas de skate firmadas (sic), dejó poca chicha en lo musical, como lo demuestra que uno de los temas más coreados fuese el cover de “All The Small Things” de Blink-182. Por supuesto que hubo saltos y karaoke masivo en “Sk8er Boi”, pero la sensación global es la de un café descafeinado muy centrado en un público fan que ya tiene ganado desde el segundo uno. Mención aparte merece el hecho de cerrar un concierto de un festival con 3 baladas en los bises, capaz de dar bajón hasta a la más alegre de las personas.
Avril Lavigne, Cruïlla 2024 – Foto realizada proporcionada por la organización del Festival Cruïlla
Una muestra de todo lo contrario sobre el escenario la darían los aragoneses Amaral a continuación. El suyo fue, sin lugar a dudas uno de los dos grandes conciertos de la noche, con una Eva espectacular en su papel de directora del show y un Juan Aguirre mucho más potente y rockero de lo que nos tiene acostumbrados. De verdad que el nivel actual del dúo zaragozano es sobresaliente, dominando todos y cada uno de los aspectos del show; Eva desde una voz nítida y potente como acostumbra, pero también con una presencia en el escenario que por momentos recuerda a la fallecida Tina Turner, y Juan con una desinhibición total que le hace ganar visibilidad. Si a ello le sumamos una cantidad de éxitos cantados hasta la extenuación por un público entregado, la tormenta perfecta se desató sobre el escenario Occident de la mano de temas como “Días de Verano”, “Moriría por vos” o el encadenado “No sé qué hacer con mi vida / Estrella de mar / Hoy es el principio del final”. Es cierto que echamos en falta más temas de sus últimos discos, pero ese aspecto solo podría ser la guinda del pastel para un concierto memorable.
Amaral, Cruïlla 2024 – Foto realizada proporcionada por la organización del Festival Cruïlla
Desgraciadamente el hecho de que La Paloma saliese con un poco de retraso en el escenario Vallformosa nos impidió disfrutar de más tiempo de su show, ya que coincidía nuestro gran show del día que eran los británicos Kasabian. Apenas unos días después de la publicación de su octavo disco de estudio Happenings (2024), y por primera vez en la ciudad condal sin su cantante principal Tom Meighan desde que fuese expulsado de la banda por maltratar a su mujer, los de Leicester ofrecieron un conciertazo que sirvió para confirmar que, tras unos dubitativos comienzos, Sergio Pizzorno se ha convertido en todo un frontman de primera.
Kasabian, Cruïlla 2024 – Foto realizada proporcionada por la organización del Festival Cruïlla
Un inicio arrollador con “Club Foot” y “Ill Ray (The King)” dio paso a que el público no parase de saltar y bailar gracias a intercalar pequeñas píldoras en forma de éxitos como “Shoot the Runner”, “Underdog” o “You’re in Love With a Psycho”. Con las nuevas “Coming Back to Me Good” y “Algorithms” aportando un que mucho más funky de los 80, la locura se desataría con unos 25 minutos finales increíbles, donde la banda introdujo algunos temas con clásicos de Faithless, Fatboy Slim o Beastie Boys. Con estas intros saltaríamos con “Vlad the Impaler”, “Empire” o “L.S.F. (Lost Souls Forever)”, para acabar por todo lo alto en unos bises que incluyeron “Reason Is Treason” o “Fire” y demostrarnos a los no creyentes que dudar del directo de la banda liderada por Sergio Pizzorno es un error mayúsculo.
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