Hay bandas con las que tienes un vínculo emocional que va mucho más allá de las evoluciones de gustos y estilos o de la edad. En mi caso particular esa Kryptonita emocional se remonta al ya difunto Franco Battiato y sus casettes durante viajes familiares interminables en un Renault 18, o a los pamplonicas Barricada cuando cerca de la adolescencia el primo mayor te hace llegar un chromo de 90 minutos con el Por Instinto (1991) y el Balas Blancas (1992) en cada cara de la cinta.. A lo largo de los años fueron más de una decena las que pude verles en directo como banda, así que esta gira de 40 aniversario que arrancó Enrique Villareal el año pasado supone, llegados ahora también mis propios 40, una extraña forma de reconciliarme con el Víctor de principios de los 90…
Enrique Villareal, El Drogas, Sala Razzmatazz 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Lo que en principio iba a ser una pequeña gira de poco más de 10 de conciertos en 2002, ha ido creciendo paulatinamente hasta un esperado final de gira que congregará a cerca de 15000 personas en el Navarra Arena de Iruña el próximo 10 de junio. Es cierto que El Drogas siempre ha tocado canciones de Barricada en sus múltiples reinvenciones como músico, ya sea como Txarrena o con su propio nombre, pero esta gira parece una especie de redención y cura personal para el navarro tras la traumática y polémica separación que vivió con su banda en 2013. Heridas que ya no pudieron ser sanadas por la prematura muerte de su amigo y guitarrista de Barricada Boni en 2021.
Enrique Villareal, El Drogas, Sala Razzmatazz 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Como acostumbra, y sin muestras de que la edad pase por él por el ciclón de energía que sigue siendo sobre el escenario, Enrique arrancó el concierto a toda mecha de la mano de algunos de los primeras temas de la discografía de la banda como “En la silla eléctrica”, “Esperando en un billar” o “Barrio conflictivo”, para poco a poco acercarse en los primeros compases del concierto a la época más punk con “Bahía de Pasaia” y “A toda velocidad”, donde se pudo ver al Brigi Duke más disfrutón desde la batería. Tras una fase un poco más calmada con “Deja que esto no acabe nunca”, “Pétalos” (único tema en toda la noche del genial La tierra está sorda (2009)) y “No sé bien por qué”, el público, cuya edad rondaba mayoritariamente los 50-60, se volvió a meter rápidamente en faena con las aceleradas “Problemas”, “Víctima” y “Rojo”, primer gran momento de la noche donde Razzmatazz se vino abajo.
Enrique Villareal, El Drogas, Sala Razzmatazz 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
A partir de aquí el concierto fue teniendo sus altibajos, dejando momentos brillantes como “Objetivo a rendir”, “Tentando a la suerte”, “Campo amargo” o “Tan fácil”, donde Txus Maraví se lució desde la guitarra con algún breve solo, a otros temas que no terminaron de conectar del todo como “Por salir corriendo”, “Cuidado con el perro” o la descafeinada interpretación de “Lentejuelas”, que sonó falta de fuerza y en donde solo los coros interminables del público consiguieron mantenerla a flote.
Brigi Duke, Sala Razzmatazz 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
Probablemente consciente de este vaivén de temas, El Drogas dejó para los últimos 35 minutos los temas con más fuerza del setlist, arrancando el ciclón con “Okupación” y posteriormente con “La Hora del Carnaval”, donde Flako Txarrena desde el bajo sorprendió a todos con un intro del “Rumore, Rumore” de Rafaella Carrá. A partir de aquí, y como el propio Enrique advirtió desde el micro “Ésta para el que siempre la canta”, tocaba el karaoke masivo con la concatenación de “Todos mirando”, “Oveja negra” y “No hay tregua”, que desató la locura colectiva en una sala en la que ya hacía un calor insoportable..
Enrique Villareal, El Drogas, Sala Razzmatazz 2023 – Foto realizada por Víctor Ramos Santafé para Indieofilo©
“Esta noche” con la banda despidiéndose uno a uno del escenario parecía el cierre perfecto a la noche, pero aún habría tiempo de una serie de bises con otra retahíla de himnos generacionales del mal llamado “rock radical vasco”… “Esta es una noche de Rock & Roll”, “Animal caliente” y “En blanco y negro” supusieron ahora sí el cierre al concierto entre saltos, pogos y vasos de cerveza volando. Sin lugar a dudas más de 2 horas de puro rock and roll, homenajes a los que ya no están aunque por momentos se haga extraño escuchar sus temas en otra voz, y la vuelta a unas letras que recuerdan una época de protesta en las calles y lucha por la adquisición de derechos que ahora se dan por supuestos. Quien sabe, si tal y como van los tiempos donde la extrema derecha invade peligrosamente todos los ámbitos de la sociedad, tendremos que volver a poner estos temas de fondo para reiniciar la revuelta social…
¿Que opinas?
Mostrar comentarios / Dejar un comentario