Los finlandeses Satellite Stories llegaban a Barcelona como segunda y última parada de su gira española de primavera, apenas 5 meses después de su última visita a la ciudad condal y solo 3 meses antes de su concierto dentro del Low Festival 2017.. ¿Tiene tanto tirón en nuestro país la banda finlandesa como para atraer a tanto público en tan poco periodo de tiempo? A tenor de la media entrada que presentaba la sala Bikini, esta visita primaveral resultaba del todo innecesaria pese a que a mediados de mayo presentarán su esperado nuevo disco Young Detectives.
La banda encargada abrir la noche eran los locales ¡Viva la novia!, que tan buenas sensaciones habían dejado con su disco de debut ¡Viva! en 2014. En una revolución total que ha dado mayor protagonismo a teclados y sintetizadores, la banda ha perdido la frescura e inmediatez basada en guitarras y bajo de su primer disco, en un intento por sonar algo más bailables y acercarse a propuestas cercanas a las de los vascos Grises. Si a ello le sumamos la errática decisión de cantar algunos temas en castellano, ya que pese al ímpetu de Vera Gottschall resultaba difícil entender la letra de las canciones, este salto al vacío dado en la nueva etapa resulta del todo incomprensible.
La banda escandinava liderada por Esa Mankinen saltó al escenario con algo de retraso y algo fría, sensación que quizás se debiese también al hecho de arrancar con hasta tres canciones inéditas como “All”, “Miracle” y “Confetti”. Eso no pareció importar a unas primeras filas llenas de fans mayoritariamente femeninas que bailaron como si no hubiese mañana, pero el resto del público no consiguió entrar en el concierto hasta que los coros de “Heroine” o “Lights go low” dieron el pistoletazo a la sección de temas conocidos. Con las guitarras de Marko Heikkinen como protagonistas y acercándose a esa máxima que les acusa de tener un sonido demasiado parecido a Two Door Cinema Club, el concierto fue increscendo a medida que empezaron a caer temas conocidos como “Vagabonds”, “Trap” o el hit “Campfire”, que en una versión más acelerada de lo normal desató la locura. Para nuestra sorpresa, y con tras solo 50 minutos de concierto, la banda abandonó el escenario dando por finalizado el concierto..
Esa excesiva brevedad en el show principal les hizo salir hasta en dos ocasiones más para tocar algunos bises. El primero de ellos resultó de lo más gratificante al suponer una vuelta a su álbum de debut Phrases To Break The Ice (2012), sonando así dos temazos como “Sirens” y “Kids aren't safe in the metro”, que sin lugar a dudas fue el momento de la noche y una losa demasiado grande para un segundo set de bises que de tener una parte principal más larga nunca debía de haberse celebrado por la desconexión general banda-grupo..
Así pues, velada demasiado fugaz la que vivimos en la sala bikini, donde ¡Viva la novia! nos decepcionaron con su nueva propuesta y en la que Satellite Stories ofrecieron un concierto que fue de menos a más, con un setlist lleno de ritmos bailables que a buen seguro hará las delicias de aquellos que los disfruten en festivales durante la temporada estival pero que en sala quizás deberían estirar un poco más, ya que los poco más de 60 minutos de concierto saben a poco.
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