El Primavera Sound 2017 dio el pistoletazo de salida al grueso de su programación en el Parc del Forum dejando a Solange, Kate Tempest y Miguel como grandes triunfadores de la jornada, la consagración de unos King Lizard and the Gizzard Wizard que ofrecieron un espectáculo de ROCK en mayúsculas, la agradable sorpresa de ver como el nuevo disco de Bon Iver gana enteros en directo y la constatación de que Aphex Twin hace tiempo que ha dejado de preocuparse por lo que digan las masas, como demostró al entregar una sesión llena de pasajes extremos que “expulsó” a aquellos que esperaban algo más “para todos los públicos” del genio de la electrónica.
Foto realizada por Garbiñe Irizar proporcionada por la organización del Primavera Sound 2017.
Tras unas interminables colas de acceso que se resolvieron más rápido de lo previsto en un principio, nuestra primera toma de contacto con la edición de este año eran los locales Mishima, que presentaron su nuevo disco Ara i Res (2017). Pese al sol reinante, la banda de David Carabén consiguió ofrecer un concierto muy sólido en el que nuevos temas como “Una sola manera” o “Qui més estima” se fusionaron a la perfección con clásicos de su discografía como “Tot torna a començar” y “L'olor De La Nit”, ayudados por un gran Pablo Fernández a la trompeta. Minutos después, y a escasos metros, los británicos This Is Not This Heat demostraban ese riesgo y experimentación que les llevó a ser considerados banda de culto a principios de los 80. Charles Bullen y Charles Hayward, con Alexis Taylor de Hot Chip como estrella invitada en teclados, no dejaron supervivientes, en un show en el que como se pudo escuchar en “S. P. Q. R.”, lo mismo se mezclaban sonidos provenientes del Korg con notas de clarinete o voces superpuestas, recordando por momentos a ese caos estructurado de los Swans de Michael Gira.
Foto realizada por Sergio Albert proporcionada por la organización del Primavera Sound 2017.
Al mismo tiempo, en una de las sorpresas de la jornada dentro del programa del “Unexpected Primavera”, los canadienses Arcade Fire ofrecieron un concierto donde presentaron un par de temas de nuevos y algunos de sus grandes éxitos. Como la banda de Will Butler y compañía serán los grandes protagonistas del sábado, optamos por acercarnos a los escenarios principales donde el californiano Miguel justo arrancaba su espectáculo, y a tenor de lo ofrecido por el de Los Angeles, la decisión fue de lo más acertada. Su mezcla de r&b con toques de rock y soul, además de una voz que momentos varía hacia Prince o Marvin Gaye a su antojo, consiguió conectar con el público desde el minuto 1 gracias a una espontaneidad desbordante con la que el americano puso al público a sus pies. Todo salió rodado en su espectáculo, en el que destacaron el buen hacer de la banda que le acompañaba, hits como “Do You…” o una magnífica versión ralentizada de “Candles in the Sun”.
Foto realizada por Sergio Albert proporcionada por la organización del Primavera Sound 2017.
Solo tendríamos que desplazarnos 50 metros para disfrutar del concierto del dia, y quien sabe si del festival, ya que la pequeña de las hermanas Knowles demostró el porqué ha pasado en solo 4 años de ocupar uno de los escenarios menores del festival a llenar, y convencer, en uno de los principales. Con una escenografía minimalista en la que destaca una enorme esfera situada al centro, un juego de luces eminentemente rojas y hasta 7 músicos vestidos del mismo color, Solange presentó a A Seat at the Table (2016) entre múltiples coreografías sin descuidarse un momento de lo más importante, una calidad vocal fuera de toda duda que se fusiona a la perfección con la sección de vientos que la acompaña. Un show notable donde fueron cayendo “Weary” o “Mad”, pero que tuvo su punto culmen con “F.U.B.U.”, donde Solange no dudo en saltar del escenario para acercarse a sus fans junto a las vallas.
Foto realizada por Eric Pamies proporcionada por la organización del Primavera Sound 2017.
Buena parte de la satisfacción del concierto de la americana la recibiría su compatriota Bon Iver, que ofreció un gran concierto con dos fases bien diferenciadas. En la primera, defendió 22, A Million (2016) elevandolo a un nuevo nivel gracias a unas atmósferas vocales punzantes que se alejan del autotune del formato físico para llegar incluso a abusar por momentos del efecto Prismizer, mientras que en la segunda volvió a ser ese ser nostálgico y dubitativo del pasado. Con la electrónica por bandera y unas proyecciones majestuosas, el de Wisconsin interpretó hasta seis temas de su nuevo disco encadenados, donde sobresalieron “715 – CRΣΣKS” o la pausada “29 #Strafford apts”, en la que su sección de vientos se gano el sueldo de toda una gira.. De repente todo cambió, y los temas más clásicos de su discografía fueron cayendo uno tras otro, con “Beach baby” como primer adelanto y “Creature fear” como perfecto preludio de la archiconocida “Skinny love”, único bis de un concierto emocionante e intenso que se recordará con el paso de los años.
Foto realizada por Dani Cantó proporcionada por la organización del Primavera Sound 2017.
Aquellos que exprimieron el show del americano hasta el final se perderían el conciertazo que la británica Kate Tempest ofreció en el minúsculo escenario Adidas Originals.. Es cierto que se ha prodigado mucho por la ciudad condal en los últimos años, pero aun así resulta sorprendente como su concierto sigue tocando la fibra de la misma manera que en la primera ocasión. Tras empezar el concierto con un speech centrado en el reciente atentado de Manchester, la londinense desplegó el maravilloso Let Them Eat Chaos (2016) rima a rima, haciendo resonar en nuestras conciencias esas acidez de unas letras que poco a poco se alejan del sentimiento británico para convertirse en globales. ¿Alguien duda todavía que Kate Tempest es una de las grandes estrellas del hip hop mundial?.
Foto realizada por Sergio Albert proporcionada por la organización del Primavera Sound 2017.
La coincidencia de horarios entre Death Grips y Slayer nos hizo disfrutar de la mitad del concierto de cada uno de ellos, empezando por esa mezcla de punk-industrial y hip hop de los californianos. Con un sonido atronador que hacía imposible permanecer en las primeras filas a riesgo de un tinnitus permanente, los de Sacramento se olvidaron de su reciente megamix “Steroids” para centrarse en sus éxitos del pasado como “Get Got”, “No Love” o “I’ve Seen Footage”, desatando la locura en un escenario Primavera lleno hasta los topes. Por su parte, Slayer fue una continua montaña rusa en la que sobraron por momentos poses y clichés propios del trash metal de los 80.. Cuando la banda de Tom Araya se centró en lo que mejor sabe hacer, potenciar el doble bombo de Paul Bostaph con el bajo del chileno, fueron una apisonadora que hicieron vibrar al público, como lo demuestran los pogos de la impresionante traca final con “South of Heaven” y “Angel of Death”.
Foto realizada por Eric Pamies proporcionada por la organización del Primavera Sound 2017.
La noche iba llegando a su fin y el último gran cabeza de cartel del dia destrozó cualquier atisbo de reconciliarse con las masas. Aphex Twin vive cómodo en su posición de tótem del milenio de la música electrónica y experimental, y prueba de ello es que no duda en realizar sesiones como las de jueves, en la que lo mismo te ofrece 10 minutos llenos de ritmos bailables en los que coquetea con el funk o el house acompañado por unos visuales marca de la casa con sus ya características caras deformadas, que de repente experimenta con sobre saturaciones de graves o agudos que llegan a provocar dolores de cabeza que hacen huir a las masas despavoridas hace propuestas menos extremas.
Foto realizada por Garbiñe Irizar proporcionada por la organización del Primavera Sound 2017.
No es que precisamente los australianos King Lizard and the Gizzard Wizard puedan enmarcarse en la etiqueta de “música para todos los públicos”, pero la expectación de verlos por primera vez en nuestro país y esa etiqueta que les acompaña en los últimos meses desde la prensa especializada de grupo referente del rock psicodélico, hicieron que pese a lo tarde de su actuación el escenario Primavera estuviese bastante lleno. El suyo fue un show sublime, con unos tiempos muy bien marcados desde el espectacular inicio con “Rattlesnake” y “Nuclear Fusion”, una hipnótica fase intermedia con las diversas partes de “Alter Me” y “Altered Beast” y una fase final centrada en Nonagon Infinity (2016) con “Robot Stop”, “Gamma Knife” y “People-Vultures” que supusieron el broche de oro a una gran primera jornada del Primavera Sound 2017.
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