El recinto del Forum de Barcelona volvía a acoger este fin de semana una nueva edición del festival Cruïlla Barcelona, la novena de su historia, con un cartel de lujo en el que podíamos encontrar a Robert Plant & The Sensational Space Shifters, Damien Rice, Alabama Shakes, Crystal Fighters, Vetusta Morla, Bunbury o Love of Lesbian, entre otros. Cerca de 30 grados y un sol de justicia nos recibían a media tarde del viernes con el concierto de Cat Power como toma de contacto con el festival, siendo su show una de las grandes decepciones del festival. Independientemente del poco respeto de un público que no paraba de hablar y que quitaba enteros a la delicada propuesta de la americana, en el nuevo camino emprendido por Chan Marshall se echa en falta esa locura sobre el escenario de sus primeros años, convirtiéndose su espectáculo en una propuesta demasiado plana durante el 70% del tiempo. Pese a ello, dejó píldoras de calidad indudable como "Song to Bobby", "The greatest" o las versiones "These days" de Nico o "Blue" de Joni Mitchell. El mismo bullicio general sería el protagonista del gran concierto del irlandés Damien Rice. Acompañado únicamente por su guitarra y con una puesta en escena similar a la que ofreció en el Primavera Sound de 2015, los temas del británico tuvieron como acompañamiento de fondo las continuas conversaciones de un público más pendiente de contarse como iba el principio de verano que de la propuesta musical, provocando que incluso el propio artista "bromease" con la posibilidad de realizar el próximo show en la capital catalana en un teatro.. Para el recuerdo queda su hilarante discurso inicial en "The Professor & La Fille Danse", la mágica "Nine Songs" o la superposición de instrumentos y capas en el espectacular cierre "The Blower's Daughter".
Fotografía hecha por Xavi Torrent proporcionada por la organización del Cruïlla Barcelona 2016.
Para nuestra suerte, el nivel musical se mantendría con el conciertazo de cerca de hora y media que el aragonés Enrique Bunbury ofrecería justo a continuación, donde acompañado de su magnífica banda habitual Los Santos Inocentes, presentó temas de su larga discografía, tanto con Héroes del Silencio como de su ya dilatada carrera fuera de la banda que le dio a conocer. "Iberia Sumergida", "El Camino del Exceso" o "Avalancha" pondrían los pelos de punta a la gran legión de seguidores con camisetas de giras de Héroes que abarrotaban las primeras filas, mientras que "El Extranjero", "Infinito" o "El hombre Delgado que no Flaqueará Jamás" serían los temas más coreados en una segunda parte del show más centrada en sus discos en solitario. Sin embargo, aun habría tiempo para un final legendario con "Mar Adentro", "Maldito Duende" y "Lady Blue", que supusieron el cierre perfecto al concierto del día en la primera jornada del festival. Muchas expectativas había depositadas en el concierto que a continuación ofrecerían los británicos Crystal Fighters, y si bien es cierto que su espectáculo fue la fiesta que acostumbra, su sonido fue más que deficiente, con la guitarra de Graham Dickson a un volumen atronador que enmascaraba las voces de la banda. Así, tras una largo solo introductorio de txalaparta a cargo de los hermanos vascos Ugarte, se fueron sucediendo éxitos como "Solar System", "Love Is All I Got", "You & I" o "I Love London" sin que Eleanor Fletcher o Nila Raja tuviesen el protagonismo que acostumbran acompañando a la casi imperceptible voz de Sebastian Pringle, hecho que no pareció importar a una mayoría del público que bailó y saltó durante todo el show..
Fotografía hecha por Xavi Torrent proporcionada por la organización del Cruïlla Barcelona 2016.
En lo que sería toda una sorpresa para el que escribe, Vetusta Morla serían los encargados de elevar de nuevo el nivel del festival. A lo largo de los años he podido ver múltiples conciertos de los madrileños, dejándome siempre esa sensación de entrega pero también de monotonía y sonidos planos que conseguían aburrirme soberanamente, y sin embargo su show del viernes fue un ciclón de fuerza y calidad a partes iguales. Con un Pucho sensacional, que incluso se atrevió a chapurrear algunas frases en catalán, los de Tres Cantos ofrecieron unos primeros 45 minutos excepcionales, donde pese al excesivo volumen de las guitarras se pudo disfrutar de los temas con más garra de su último disco como "La Deriva", "Golpe Maestro" o "Pirómanos" junto a clásicos como "Maldita Dulzura" o "Sálvese Quien Pueda". Cuando todo iba viento en popa, el micrófono del líder de la banda empezó a fallar aleatoriamente cortándose su sonido en algunas canciones, desluciendo así un concierto que iba para memorable y que pese a todo nos dejó un sabor de boca magnífico gracias al emotivo bis "Los Días Raros". La noche iba acabando, y en un hecho que hay que agradecer a la organización del festival, los ritmos más bailables tomaban el protagonismo con propuestas en directo como las de Rudimental o Bomba Estereo, lejanas a los machaconas sesiones de DJs que abundan en los cierres del resto de la festivales europeos. Los británicos demostraron que pese a no contar en concierto con las innumerables colaboraciones de las que hacen gala en sus discos, mantienen una propuesta apetecible que se acerca más hacia el funk o el soul que al Drum 'n' Bass que acostumbran, pero que pasados unos minutos la sorpresa inicial vira hacia el letargo por el abuso de unos ritmos repetitivos. Todo lo contrario que los colombianos Bomba Estéreo, que hicieron enloquecer a un escenario Time Out lleno hasta la bandera con su electro cumbia, y cuyo final de concierto solo puede definirse como apoteósico encadenando "Fuego" y "Fiesta", para el disfrute de un público que les despidió con una merecida ovación.
Fotografía hecha por Xavi Torrent proporcionada por la organización del Cruïlla Barcelona 2016.
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