El pasado martes la sala Bitterzoet de Amsterdam recibía a los escoceses Idlewild con motivo de la gira de presentación de su último disco de estudio Everything Ever Written, el primero tras cerca de 6 años sin publicar material nuevo, tiempo en el que además la propia banda anunció un parón indefinido que permitió a algunos sus miembros centrarse en sus carreras en solitario.
Ante una público que llenaba casi en su totalidad la pequeña sala de la capital holandesa, Roddy Woomble y compañía empezaron el show con los temas de mayor pegada de su nuevo disco, como son "Nothing I Can Do About It", "Collect Yourself" y "Radium Girl", entre los que intercalaron para sorpresa de la mayoría del público por su gran éxito "You Held the World in Your Arms". En estos primeros instantes el sonido fue algo deficiente, sobre todo debido a un exceso de volumen de la guitarra de Rob Jones y del bombo de la batería, lo que deslució otro de sus grandes temas del pasado, "Roseability", pero como por arte de magia se solucionaron de inmediato permitiendo disfrutar de una increíble interpretación de "Make Another World", en la que el violín de Hanna Fisher destaco por encima de todo.
Tras el poderoso arranque de concierto, los temas mas reconocidos de su larga carrera se fue intercalando con temas de su nuevo trabajo, demostrando que si bien las novedades muestran un disco notable, los temas de su discografía mas lejana consiguen sonar con mucha mas fuerza y garra. Así por ejemplo disfrutamos de una maravillosa interpretación de "A Film for the Future", de nuevo con el violín como protagonista, o de temas como "American English" o la ya lejana "Captain", que nos transportó a los años de nuestra adolescencia.
Tras cerca de una hora de concierto, la banda optó por introducir algunos de los temas mas intimistas de su carrera, lo que resultó ser un error dado el contraste con la fuerza de sus letras y guitarras en las canciones mas coreadas por el público. De esta manera, las guitarras en "Little Discourage" y "A Modern Way of Letting Go" o la batería en "El capitan" hicieron que otros temas, como la nueva "(Use It) If You Can Use It" o "The Quiet Crown", sonasen bastante descafeinados. Lo mismo sucedió con unos bises faltos de fuerza, sobretodo tras las distorsiones y el volumen de "In Remote Part / Scottish Fiction", última canción antes de los extras convertida en un jam session de mas de 7 minutos. Así pues, pese al regusto amargo dejado por los últimos compases el concierto, el repertorio y la calidad de la banda escocesa triunfaron en la fría noche holandesa, demostrando que su vuelta tras el parón indefinido de la banda era muy necesaria, esperando quizás poder verlos en algún festival de este verano donde su setlist se adecue mas a su espíritu rockero que a los medios tiempos que nada les favorecen.