Como calentamiento para la edición de primavera del London Calling 2014, que tendría lugar los días 9 y 10 de Mayo en la sala Paradiso de Amsterdam, la organización apostó por un mini festival de dos días en la nueva sala Tolhuistuin en Amsterdam Noord con los británicos Klaxons como gran reclamo.
Miércoles 07 de Mayo
El encargado de abrir la velada era el británico Sivu. Por razones laborales solo pudimos llegar a las dos últimas canciones de su concierto, pero para nuestro gozo, pudimos disfrutar de un show acústico en el hall de entrada unas horas después en la que constatamos el porque el joven James Page es uno de los autores a seguir en las islas mas allá de su espectacular videoclip para “Better Man Than He“. Con una querencia hacia los falsetos que le acerca a Gotye o al mismísimo Thom Yorke, sin embargo sus letras están llenas de referencias a la religión y el sentido de la vida, mostrando a un cantante profundo y comprometido del que esperaremos con ansia su primer trabajo. Sobre el escenario tomaría el relevo East India Youth, proyecto bajo el cual se encuentra su compatriota William Doyle y que con su primer disco Total Strife Forever ha cosechado grandes críticas. Para nuestra desgracia, los problemas de sonido que le acompañaron durante buena parte de la actuación deslucieron un concierto en el que sin embargo pudimos disfrutar de pequeñas pinceladas de su electrónica cercana al Synth o al Ambient, dejándonos boquiabiertos con esa pequeña joya que es “Hinterland“.
Jueves 08 de Mayo
La segunda jornada empezaba con la agradable sorpresa de los canadienses Seoul, que mostró en directo un dream-pop claro y sin fisuras. Con una marcada presencia de sintetizadores que nos recuerdan a Best Coast, el grupo de Montreal presento su nuevo tema White Morning y nos dejó con al miel en los labios a la espera de la publicación de su disco de debut. Como en un giro de 180º, el siguiente grupo en ocupar el escenario fueron los americanos Death Vessel, que llegaban a la capital holandesa con su nuevo disco Island Intervals bajo el brazo tras cerca de seis años sin publicar nuevo material. Con la peculiar voz de su líder Joel Thibodeau por bandera y acompañado por una magnífica banda en la que destacaba la presencia de un contrabajo y un oukelele, el show fue de menos a mas y quizás se acabó en el momento de mayor conexión con el público, tras unos inicios algo dubitativos. El momento cumbre llego en el instante en que los coros tuvieron una mayor presencia vocal y complementaron la aguda y penetrante voz de su cantante, consiguiendo un sonido casi perfecto.
El tercer plato de la noche nos tenia preparado un nuevo giro de tuerca, esta vez causado por los escoceses Casual Sex, que ofrecieron sin lugar a dudas el concierto mas enérgico del festival. Su estilo que combina las partes mas bailables de sus paisanos Franz Ferdinand con la sobriedad y elegancia de los mejores Velvet Underground, corrió como una mecha encendida entre un público ávido de ritmos mas bailables, ayudados por el carisma de su líder Sam Smith. A medida que el concierto avanzaba y las primeras filas no paraban de saltar, el concierto fue creciendo para enseñarnos incluso nuevos matices cercanos a Orange Juice o The Clash gracias a unas poderosas distorsiones en guitarras o un marcado ritmo de batería, demostrándonos que Cassual Sex son una de las bandas a seguir muy de cerca en un futuro próximo. La edición de este festival llegaba a su fin con el concierto de Glass Animals, uno de los grupos británicos de los que mas se viene hablando en los últimos meses, aupados por la critica de las islas como los nuevos Alt-J. Desde el principio del concierto se puede observar que las comparaciones son evidentes, si bien la banda que lidera Dave Bayley se mueve con mayor facilidad hacia ritmos pop mas cercanos a la radiofórmula o incluso ciertos toques de R&B, lo que en ningún caso supone una crítica ya que el sonido que proponen en directo te atrapa desde el primer momento. Sin embargo, también hay que reconocer que en el momento en el grupo experimenta con su vertiente mas electrónica (con ciertos toques a Animal Collective) como en las canciones “Gooey” y “Psylla“, es cuando muestra su mayor potencial.
Así pues, excelente edición de este London Calling Tolhuistuin que siguiendo con la filosofía de su hermano mayor nos ha permitido disfrutar de bandas de reconocido prestigio como Klaxons o descubrir a grupos de la talla de Cassual Sex, todo ello bajo el enclave de una nueva sala magnífica que ofrece las mejores prestaciones en cuanto a calidad de sonido y equipamientos.