La primera jornada del FIB 2012 nos deparó sensaciones dispares al saborear la decepción de la cancelación de uno de los grupos más esperados de la noche (Bat For Lashes), la desilusión de ver un grupo mítico con una desgana inconmensurable (At The Drive-IN), la sorpresa de dos jóvenes promesas que deslumbraron en sus estilos (Kurt Ville y Lisa Hannigan), el buen hacer de un grupo nacional que sorprendió al numeroso público extranjero (The Tiki Phantoms) y dos grandes triunfadores de la noche (The Horrors y De La Soul).
La jornada se abría en el escenario maravillas con la actuación de los patrios The Tiki Phantoms, que pese a las horas con las que les tocó lidiar y el sol imperante en el cielo, ofrecieron una fiesta sin parangón que hizo hablar entre el público extranjero congregado de la versión nacional de The Hives. Especialmente centrados en interactuar con el público, destacaron sus bailes y la movilización para realizar la conga por parte del público.
Minutos más tarde, una Zola Jesus que cambió su día previsto de actuación (del viernes a jueves sin casi previo aviso), deleitó a aquellos que venían solo en la jornada del jueves por ver a Florence.. Su explosividad y energía hizo que por momentos se pareciese más a Courtney Love que a la pelirroja inglesa con la que tanto la comparan.
Lisa Hannigan actuó en un momento en el que parafraseando a los 2 galos mas famosos, pareciese que el cielo caía sobre nuestras cabezas.Su dulce voz acompañada al principio por una sola guitarra y posteriormente por un grupo con hasta 5 miembros, hizo las delicias de un público británico que la adora y de un público nacional que no paraba de compararla con las patrias Annie B. Sweet o Russian Red.
Sin tiempo para el descanso, The Horrors ofrecían uno de los conciertos de la noche. Amparados en un sonido casi perfecto que han mejorado sobre manera en los últimos años, sus efectos y sintetizadores que recuerdan a los mejores Joy Division mezclados con la dureza de Jesus & Mary Chain, prendieron rápidamente en un público ávido de rock. Su final con Still Life y la inédita Moving Further Away quedará sin lugar a dudas como uno de los momentos de la noche.
A pocos metros de distancia se encontraba Kurt Ville con sus Violators que ofreció una muestra de como un concierto puede variar 180° en unos pocos minutos. De las guitarras distorsionadas con efectos imposibles a un set acústico que a buen seguro firmaría el mismísimo Leonard Cohen, demostrando así una versatilidad impresionante.
El final de la noche mostraría las diferencias existentes entre un grupo que ha vuelto y no se sabe muy bien porque y un GRUPO con mayúsculas, que pese a los años que llevan sobre el escenario siguen demostrando su calidad y ambición en cada canción. At The Drive-IN eran la gran esperanza de la noche y pese a los esfuerzos de su cantante Cedric Bixler, solo con la irrupción final de dos temazos como Catacombs y la insuperable One Armed consiguieron conectar con el público. La desgana de un Omar Rodriguez apático hasta decir basta, contagió a sus compañeros de grupo que sonaron sin brio ni fuerza, como si fuesen una versión descafeinada del grupo que triunfo a finales de los 90.
En el lado opuesto se encuentran unos veteranos como De La Soul, que fueron capaces de hacer mover a todo el escenario Maravillas como si de una sola persona se tratase. El trio de New York , con sus rimas y beats, puso patas arriba un escenario que les adoró desde el minuto uno a los instantes finales en los que interpretaron, ya desde los laterales del montaje, la versión de Feel Good Inc. de Gorillaz.
Con un cansancio acumulado máximo, el que os escribe solo pudo aguantar unos minutos de la electrónica de Yuksek, antes de enfilar el camino hacia la cama y reponer fuerzas para los tres días que quedan de festival.
Todas las fotos que acompañan al artículo han sido extraidas del perfil público del FIB en facebook
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