Tras una primera jornada algo descafeinada, era el turno de los llamados pesos pesados con las actuaciones de los ya veteranos Spoon y Sebadoh, así como el esperado concierto del australiano Josef Salvat, una de las grandes revelaciones de este 2014.
Sebadoh eran los encargados de abrir el escenario grande en esta segunda jornada y su concierto solo puede calificarse como decepcionante. Problemas con el sonido presentes en casi todos los temas, que provocaron interrupciones entre canciones, consiguieron la sensación de un concierto que no conseguía arrancar nunca, a los que se fue uniendo una visible desgana y apatía por parte de la banda. Ni siquiera la presencia de Lou Barlow a las voces durante la parte final del show y unas disculpas con la frase "No somos nada buenos en festivales" paró la desbandada de público hacia el otro escenario, posiblemente porque de una banda con el bagaje y la experiencia de Sebadoh se espera una profesionalidad que su actuación en London Calling brilló por su ausencia. Como daño colateral de su actuación la sala pequeña presentaba un lleno absoluto para ver al ecléptico australiano DD Dumbo, cuyo estilo inclasificable tuvo una buena acogida en los instantes iniciales de su show. Con una guitarra de 12 cuerdas con la que graba el ritmo que sonará durante toda la canción y una peculiar voz con la que cambia de registro constantemente (De Thom Yorke a Bono en unos segundos), el concierto discurre como una montaña rusa que tiene como puntos álgidos los momentos en los que el propio artista se encarga de una percusión con dos bombos, pero en los que por momentos hay una evidente desconexión con el público.
De nuevo escaleras abajo nos esperaban los londinenses The Mispers, que ofrecieron un concierto alocado y algo caótico probablemente guiados por su "espitoso" cantante. En las primeras canciones el grupo mostró un desorden preocupante, que solo se arregló levemente en cuanto la violinista Hannah van den Brul tuvo mayor presencia en las canciones, por lo que el global de su show resulto bastante prescindible, destacando solo algunos temas puntuales como "Brothers" o "Shoulder". Menos mal que la decepción fue subsanada rápidamente minutos después por el que probablemente fue el mejor show del festival, el ofrecido por los americanos Fever the Ghost en la kleine zaal. Independientemente de su puesta escena, que sorprendió a la mayoría del público congregado debido al velo con el que su cantante Casper Indrizzo salió al escenario, la banda ofreció un concierto mas que notable mostrando su estilo Glam Noise sustentado en sintetizadores y la peculiar voz distorsionada de su líder. Hacia la mitad del concierto, ya con el cantante sin velo, el sonido de la banda viró hacia una mayor presencia de teclados y efectos ofreciendo un estilo que recuerda a los mejores MGMT.
Para nuestra suerte, el alto nivel se mantuvo con el espectáculo ofrecido por Josef Salvat, que ante un público entregado ofreció un show muy similar al que pudimos ver en el pasado Lowlands. Su voz y emotividad sorprenden a primera vista, pero pasados unos instantes el concierto decae a medida que todo el peso del espectáculo recae sobre el propio cantante, por lo que en un golpe maestro ganador del australiano, se agradece una mayor presencia de su banda en la segunda mitad del concierto. Con el equilibrio conseguido gracias a unos ritmos que nos acercan al mejor post-dubstep de James Blake, la propuesta crece hasta conseguir el aplauso unánime del público y la sensación que una vez consiga encontrar ese excelente nivel desde el principio estaremos ante un espectáculo inolvidable. Una de las ventajas del tirón de Josef Salvat fue poder disfrutar de Nimmo And The Gauntletts con un público menos numeroso de lo que acostumbraba la sala pequeña, ya que el quinteto londinense coincidió durante algunos minutos con el show de la sala principal. A pesar de los problemas técnicos, los jóvenes ingleses ofrecieron un espectáculo atractivo desde el segundo uno, sustentado en la genialidad de Reva Gauntlett desde los sintetizadores que consiguen crear un sonido que se sitúa en un punto entre Chvrches, London Grammar y Yazoo. Tras su exitoso EP Others, solo nos queda esperar ahora el lanzamiento de su primer LP que confirme todo lo bueno visto en directo.
Aunque sin lugar a dudas el mayor ciclón vivido en los dos días del festival fue el del gran cabeza de cartel de esta edición, los tejanos Spoon. Ante un público entregado, los americanos ofrecieron un concierto redondo en el que se pudo disfrutar de la imponente voz de Britt Daniel, que unida a unos riff potentes salidos desde las guitarras de Alex Fischel, fue el hilo conductor de un show que tuvo momentos mas rockeros e incluso algún tema lento. Para cuando sonó su gran éxito "I turn my camera on" el público ya estaba rendido, por lo que no es de extrañar que una vez acabó el repertorio, la banda tuviese que volver para interpretar hasta 4 temas (el último a elegido por una espectadora de la 2a fila), poniendo al guinda a un pastel ya sabroso y recibiendo una mericidísima y cerrada ovación. El último concierto del festival corría a cargo de Shura, y en lo que venia siendo una tónica de la jornada, no decepcionó. Con un estilo muy 80's que recuerda en algunos momentos a Madonna o Cindy Lauper en su faceta mas sentimental, siendo una pena que algunos espectadores no sean capaces de estar mínimamente callados para poder disfrutar como se merecería de su propuesta. Pese a ello, aún habría tiempo y ganas para disfrutar de "Touch", el tema que le ha aupado a la popularidad y que fue uno de los temazos del festival. El fin de fiesta llegaría con una equilibrada sesión a cargo de Kill All Hipsters, plagada de éxitos de las últimas 3 décadas, que hizo bailar a un público que curiosamente se decantó por los último éxitos de la mal llamada indietrónica frente a los clásicos. como curiosidad, destacar que entre los entusiastas bailarines de clásicos como el "Hey Ho Let's Go" de Ramones se encontraban Ruben Block y Mario Goossens de Triggerfinger, que enfundados en un impecable traje de raya diplomática no pararon de bailar en un lateral de la sala.
Así pues, nuevo éxito de público de esta edición de Noviembre de 2014 en la que la jornada del sábado ganó por goleada a la del viernes pese al gran fiasco de uno de los cabezas de cartel como Sebadoh. Sin embargo, la confirmación de Spoon como banda capaz de llenar cualquier sala de medio tamaño o los descubrimientos de Fever The Ghost, Nimmo And The Gauntletts o DMA's siguen dotando de un gran sentido a este impresionante festival que cada año nos sorprende con una nueva propuesta y nombres que apuntar a la agenda. Cuando dentro de unos años te preguntes de que te suenan esa banda que ahora toca en los principales festivales, la repuesta en el 90% de los casos será "¡Claro, aquellos que vimos en el London Calling!". Así pues adios London Calling 2014..¡Ya queda menos para London Calling 2015!
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