Tras el terremoto Red Hot Chili Peppers, el FIB 2017 llegaba a su fin con una última jornada en la que destacaron los conciertos de Kasabian, que ejerció de perfecto cabeza de cartel, los enérgicos Slaves y unos Love of Lesbian que dejaron bien alto el pabellón nacional.
Tom Meighan de Kasabian – Foto realizada por Víctor Ramos para Indieófilo©
A nuestra entrada al recinto teníamos en uno de los solapamientos del dia, perfecto resumen de lo que viene siendo la cultura de usar y tirar típica del NME para fenómenos musicales británicos.. El escenario principal era ocupado por el jovencísimo Declan McKenna, que sin disco publicado todavía (saldrá a la luz el 21 de julio),consiguió que todos sus compatriotas abarrotasen el escenario Las Palmas. Acompañado de una colorida banda, su concierto arrancó algo lento con “Isombard” como único tema destacable, hecho que no pareció importar a un público que enloqueció en cuanto en los últimos minutos sonaron “The Kids Don't Wanna Come Home”, “Humongous” o la veraniega “Brazil”. Al igual que sus compatriotas Blossoms días atrás, buen concierto el suyo para una banda emergente, pero.. ¿De verdad es necesario ese jaleo y fervor que convierte a todo grupo con un par de hits en los nuevos Beatles? Pese a los buenos mimbres del Hertfordshire, habrá que seguir su futuro próximo para ver si acaba en mero juguete temporal o por el contrario tiene un futuro repleto de escenarios principales.
Declan McKenna – Foto realizada por Esther Vicente para Indieófilo©
En la misma situación se encontraban a mediados de la década pasada los escoceses The View, poseedores de una mezcla de pop-rock hipnótica que les llevó a los principales escenarios de la mano de temas bailables con ritmos facilones como “Wasted Little DJs”, “The Don” o “Same Jeans”. Y eso es precisamente lo que sonó ante una cantidad de público infinitamente menor que la del joven Declan en el escenario Visa durante buena parte del concierto, centrado su setlist en sus dos primeros LPs Hats Off to the Buskers (2007) y Which Bitch? (2009) y olvidándose de temas más recientes. La banda liderada por Kyle Falconer, que en esta ocasión parecía estar completamente sobrio a diferencia de aquel esperpéntico concierto en el Summercase 2007 barcelonés, puede ser el ejemplo práctico de que una carrera mal llevada puede hacerte visitar en un futuro escenarios con un tamaño menor del imaginado tras unos inicios fulgurantes.
Kyle Falconer de The View – Foto realizada por Víctor Ramos para Indieófilo©
Todo lo contrario se podría apuntar del dúo de Kent Slaves, que a base de trabajo y actitud pusieron el mismo escenario patas arriba cuando ya empezaba a anochecer. Su punk-rock-garage, que por momentos parece la fusión perfecta de sus compatriotas Sleaford Mods con Royal Blood, hizo enloquecer un escenario que se fue llenando paulatinamente de gente a medida que su concierto avanzaba. Entre temas de sus dos discos publicados, lo mejor llegaría en un final donde pudimos saltar como locos con “Beauty Quest” y “The Hunter”.
Isaac Holman de Slaves – Foto realizada por Víctor Ramos para Indieófilo©
Mientras que el escenario principal continuaba con su programación pro-teenagers, el escenario Visa nos seguía entregando conciertazos uno tras otro, siendo en esta ocasión los culpables de ello los catalanes Love of Lesbian. ¿Cómo es posible que una banda que todo el mundo dice haber visto e incluso haber aborrecido consiga llenar el escenario y convertirlo en una fiesta en la que todo el mundo canta y baila? Posiblemente porque muchos de los clichés y las modas impiden a algunos decir en voz alta que lo de Santi Balmes y compañía en directo es difícil de superar hoy por hoy en el panorama nacional.. Con un setlist parecido al que tocaron el año pasado en el Cruïlla 2016, los éxitos de toda su discografía se fueron mezclando a la perfección con temas de su último disco El poeta Halley (2016), con un ritmo y una calidad tal que crearon una apisonadora capaz de generar el mismo ambiente con “Cuando no me ves” o “Bajo el volcán” que con las archiconocidas “Algunas plantas” o “Club de fans de John Boy”. Sigue sin convencernos ese final con extra de psicodelia de “Planeador”, pero es solo un pequeño borrón en un concierto sobresaliente.
Santi Balmes de Love of Lesbian – Foto realizada por Víctor Ramos para Indieófilo©
Tras cuatro días intensos, esta edición del FIB iba a terminar para nosotros con el concierto de la banda de Leicester Kasabian, que ante una multitud crecida dio un concierto lleno de ritmo y éxitos. Tras los pequeños tropiezos de Velociraptor! (2011) y 48:13 (2014), su nuevo disco For Crying Out Loud (2017) parece haberles dado alas de nuevo recuperando esa inmediatez de sus inicios, recordándonos a aquella banda que nos maravilló en su debut en el festival con un show majestuoso con el que cerraron el entonces escenario verde en 2005. Tras un inicio algo dubitativo, la maquinaria empezó a moverse de repente con la concatenación de “Eez-Eh”, “Underdog”, “Shoot the Runner” y la más reciente “You're in Love With a Psycho”, dando el pistoletazo de salida a un concierto totalmente diferente, con un Sergio Pizzorno mucho más visible. Con seis discos a sus espaldas, la segunda parte del concierto fue un goteo incansable de hits que nos hicieron disfrutar como cerdos en el barro de 45 minutos geniales, en los que sonaron “Club Foot”, “Re‐Wired”, “Treat”, “Empire”, “Stevie” o “L.S.F. (Lost Souls Forever)”, demostrando entre luces y ritmos electrónicos toda la fuerza de la que son capaces la banda de Tom Meighan. Aún había tiempo de unos bises acelerados que arrancaron con “Comeback Kid”, merecedora desde ya de un hueco en los altares de hits de los británicos con esa trompeta hipnótica, para cerrar después el concierto con “Vlad the Impaler” y “Fire”, demostrando que de aquella hornada de new brit de mitad de la década pasada, Kasabian son la banda que mejor ha envejecido..
Sergio Pizzorno de Kasabian – Foto realizada por Víctor Ramos para Indieófilo©
Así pues, inmejorable fin de fiesta para un FIB 2017 que vuelve a mostrar músculo tras unos años por debajo del nivel que alcanzó a mediados del 00, y que le vuelve a situar como una de las referencias festivaleras de nuestro país. En lo musical este será recordado en años venideros como el año de Red Hot Chili Peppers, aunque el show de los americanos no fuese tan redondo como se esperaba, y también por el año en el que Los Planetas actuaron en un horario estelar en el escenario principal. Sin embargo, si hubiese que realizar un pequeño listado de las actuaciones más destacadas, nosotros nos quedamos con los shows de Biffy Clyro, Kasabian, Slaves o Bonobo, mientras que las bandas nacionales ofrecieron un alto nivel de la mano de Viva Suecia, Belako, Joe Crepúsculo o Love of Lesbian, aunque la gran triunfadora sin lugar a dudas fue la Mala Rodríguez con un concierto superlativo.
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